El consejero de Empleo, Antonio Fernández, afirmó ayer que el accidente que costó la vida a seis operarios en las obras de la Autovía de Mediterráneo en Almuñécar “no era un riesgo razonablemente previsible” y mantuvo que el plan de seguridad de la empresa “cumplía” la ley. En una comparecencia parlamentaria, Fernández argumentó que, tras la “correcta y adecuada” investigación desarrollada por la Inspección de Trabajo de Granada y a la espera de las conclusiones judiciales, no se ha encontrado ninguna anomalía en los factores analizados.
Ahora, según dijo, todo depende de las decisiones de la Justicia sobre las conclusiones del informe que están elaborando los técnicos del Ministerio de Fomento. Antonio Fernández repasó las actuaciones realizadas por la Administración tras el accidente, ocurrido el 7 de noviembre, y aseguró que el plan de seguridad y salud puesto en marcha por la empresa contratista cumplía la ley.
También aseveró que el trabajo de la Inspección de Trabajo pone de manifiesto el cumplimiento de las obligaciones en cuanto a las condiciones de trabajo, salario, jornadas realizadas, descansos y prevención de riesgos laborales, unas conclusiones que “han avalado” los sindicatos, aseguró.
“No hay certeza técnica de posibles vulneraciones de la ley ni por la UTE que contrató la obra ni por las dos subcontratas”, dijo el consejero, a la vez que insistió en que el desplome de la autocimbra (cubierta) en la que estaban los trabajadores fallecidos “no era un riesgo razonablemente previsible”.
Por su parte, el portavoz de IU y diputado por Granada, Pedro Vaquero, reclamó un informe sobre los controles de calidad de los materiales utilizados en la construcción de la Autovía del Mediterráneo, especialmente en la zona del viaducto a su paso por Almuñécar.
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