En el marco de este programa, el Ejecutivo aprobará en 2010 una Orden dotada con medio de millón de euros, que se repartirán en concepto de ayudas directas a la compra de maquinaria que mejore las condiciones de seguridad en la empresa (se concederán en función de la inversión realizada) y, por otro lado, como reconocimiento por la superación de las fases establecidas en el programa (por cada una de las cuatro fases las empresas recibirán 1.000 euros, a los que se sumarán otros 1.000 euros si superan un diagnóstico previo con lo que, en total, pueden recibir un máximo de 5.000 euros).
El Ejecutivo confía en que, sólo en el próximo año, medio centenar de pequeñas y medianas empresas se sumen al plan, lo que “sería un éxito”, según confesó hoy la vicepresidenta cántabra y consejera de Empleo y Bienestar Social, Dolores Gorostiaga, en una rueda de prensa en la que presentó el programa. No obstante, reconoció que “lo ideal” sería que participaran en “Cero accidentes de trabajo” todas aquellas empresas que cumplan los requisitos.
Acompañada del director general de Trabajo y Empleo, Tristán Martínez; el director del Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST), Amalio Sánchez, y por el jefe de la Inspección de Trabajo, Miguel Ángel Gálvez; Gorostiaga destacó que el objetivo de esta iniciativa es “universalizar” la integración de la prevención de los riesgos laborales en la gestión de las empresas para actuar “desde el origen”.
REQUISITOS
Explicó que el programa, de carácter voluntario, está destinado a empresas de entre 10 y 250 trabajadores que no estén incluidas en el programa especial de alta siniestralidad, que cuenten con el apoyo de los trabajadores o sus representantes y que acepten los compromisos de adhesión al proyecto por parte de la dirección de las mismas.
En relación a las fases, Gorostiaga detalló que la participación en el programa comienza con un análisis de la situación actual de la empresa. A partir de ahí, se diseñan las cuatro fases de un primer ciclo de mejora, en el que el ICASST les acompañará aproximadamente durante dos años.
Las fases del primer ciclo se inician con la elaboración de un Plan de Prevención en el que se refleja la voluntad y compromiso por parte de la dirección de la empresa, que es quien debe promover su ejecución, así como los objetivos, asignación de recursos y canales de comunicación y participación. La segunda fase supone la evaluación de riesgos y planificación de la actividad preventiva.
En tercer lugar, tendrá lugar la implantación del sistema de prevención y, por último, en la cuarta fase, se evaluará la eficacia del plan. El ICASST facilitará asesoramiento personalizado a cada empresa durante el desarrollo del programa.
SINIESTRALIDAD LABORAL
Por otro lado, Gorostiaga recordó que los accidentes laborales registrados en Cantabria en el último año (entre noviembre de 2007 y octubre de 2008) han descendido un 28,13% con respecto a los datos obtenidos en los mismos meses del año anterior. Así, se ha pasado de 8.215 a 5.904, es decir, 2.311 menos.
En concreto, se redujeron los accidentes leves (de 8.102 a 5.815) y los graves (de 105 a 80), pero aumentaron los mortales (pasaron de ocho a nueve).
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