Los bomberos tardaron dos horas en retirar los escombros y el barro que los atraparon cuando cavaban una zanja. Uno de los heridos ha recibido ya el alta, pero dos permanecen en estado grave.
El número 24 de la céntrica calle Ecuador se convirtió en el último escenario de la siniestralidad laboral. Tres obreros se vieron sepultados al derrumbarse el muro de piedra junto al que cavaban una zanja.
Aunque no hubo que lamentar víctimas mortales, sólo dos heridos graves y uno leve, los bomberos tardaron cerca de dos horas en completar el rescate de los tres trabajadores de la subcontrata Oinca, atrapados bajo una piedra de dos toneladas.
A falta de datos oficiales, y según los bomberos, un corrimiento de tierras provocado por el agua acumulada en la obra podría ser la causa del derrumbe, que se produjo alrededor de las 12.45 horas. Poco después, al filo de la una de la tarde, se desplazaban hasta la zona una veintena de bomberos, además de miembros de Protección Civil, varias unidades del 061 y agentes de las Policías Local y Nacional.
El primero en ser rescatado, un trabajador portugués de 42 años, fue dado de alta unas horas después con contusiones. El segundo, un vigués en su primer día de trabajo, presentaba al cierre de esta edición el pronóstico más grave de los tres, estable pero todavía en la UCI del Xeral con traumatismo torácico y abdominal.
Por último, el tercer operario, un senegalés de 29 años que no pudo ser rescatado hasta las 14.50, se mantenía ayer en observación en Povisa, con policontusiones y un pronóstico grave.
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