Este dato es todavía más significativo si se tiene en cuenta que el número total de percances registrado fue menor que en años previos, en concreto, un 21 por ciento menos.
Por sectores – y según expuso la directora general de Seguridad y Salud laboral, Adela Quinzá- la construcción sigue siendo el área laboral con mayor incidencia de siniestros. El segundo lugar lo ocupa el ámbito servicios, posición que se explica por el alto número de profesionales que ocupa este sector. En tercer puesto se sitúan industria y pesca y, finalmente, la agricultura. En relación con el sector pesquero -única profesión donde los indicadores fueron positivos- Quinzá destacó que la disminución registrada afectó tanto al número de trabajadores como a la gravedad de los accidentes sufridos en el medio marítimo.
Para frenar esta tendencia, el ISSGA puso en marcha ayer mismo una campaña de concienciación con la que pretende reducir las cifras de mortalidad en el puesto de trabajo. Uno de los principales pilares de esta estrategia de sensibilización es la información sobre los beneficios de la prevención, el mejor modo de evitar percances fatales. Para que este mensaje llegue a la población, se llevará a cabo una labor de difusión que hará que el lema de la campaña «Coa prevención de riscos no traballo, a vida espérate», cope los espacios publicitarios de prensa, radio y televisión, además de Internet. Asimismo, durante el mes de marzo se colocarán 300 vallas rotuladas con este eslogan, en distintos lugares de la Comunidad.
Sectores de riesgo
Al hilo de esta cuestión y durante la rueda de prensa ofrecida, la directora del ISSGA también señaló que está desarrollar acciones concretas de formación, dirigidas a ámbitos laborales de alto riesgo como son los autónomos y las Pymes. La construcción y la pesca serán dos de las áreas en las que más incidirá este plan.
En relación con el binomio siniestralidad-precariedad, la directora del ISSGA rechazó que existiese una relación directa entre ambos términos, aunque apuntó que éste último «no es una buena forma de trabajo». A propósito de la polémica referente a la edad de jubilación, Quinzá consideró que si la edad de retiro se retrasa en dos años, el porcentaje de muertes será mayor porque habrá más población trabajando y, además, «la veteranía lleva al abuso de confianza».
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
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