Casi el 80% del profesorado gallego de secundaria afirma sentir estrés laboral, el 30% en grado elevado y más del 49% de forma moderada. Y un 75,6% nota burnout o se sienten quemado por la profesión, el 49,9% en niveles moderados y el 25,7% en niveles altos. Estas son las principales conclusiones de un estudio realizado por José Manuel Otero-López y otros cinco psicólogos de la USC durante los últimos tres años, y que acaba de ser editado por el Instituto de Ciencias da Educación compostelano.
«Muchas conclusiones coinciden con la literatura existente. Pero otras son más novedosas, en parte porque incidimos en algunos asuntos poco estudiados. Por ejemplo, la relación edad-estrés: verificamos que entre los 40 y los 49 años es cuando más incidencia se da, cuando otros trabajos señalaban más las primeras etapas; y también detectamos que existe una adaptación a vivir con ese problema en las últimas fases», explica Otero-López.
La investigación estudió 3.281 docentes gallegos en los años 2003, 2004 y 2005, el 39,4% varones y el 60,6% mujeres, que ejercían en 91 centros de 48 municipios coruñeses, en 84 de 40 municipios pontevedreses, en 39 de 28 municipios lucenses y en 30 de 15 ourensanos.
Cada año investigado hubo más docentes que manifestaron alto estrés: un 27,6% en el 2003, un 28,7% en el 2004 y un 33% en el 2005.
Respecto al género, las profesoras experimentaron mayor estrés que sus compañeros, con un incremento progresivo cada año; mientras, en los docentes los niveles fueron similares los dos primeros años y se observó un incremento considerable en el 2005.
Por edad, quienes tienen menos de 30 años o más de 60 afirman vivir la profesión con menos estrés.
Al valorar la situación laboral detectaron que «los profesores con plaza fija informan, a lo largo de los tres años consecutivos, de mayor estrés laboral que los profesores contratados», y la mayor diferencia en esta cuestión se observa el último año investigado. Además, indican que «existe una tendencia al incremento del estrés en los fijos, mientras que la estabilidad es el patrón característico de los contratados».
También experimentan más estrés en el segundo ciclo de secundaria que en el primero. Los investigadores preguntaron por los síntomas físicos, emocionales y cognitivos característicos de este problema, y los más reconocidos fueron la fatiga, admitida por el 65,6%; la excesiva preocupación, por el 63,4%; la irritabilidad, el 47,6%; y problemas de sueño, el 47%.
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