Los fumadores pasivos están expuestos a sufrir múltiples enfermedades respiratorias, según se recoge en un informe publicado en el diario médico The Lancet, en el que se subraya que se trata de un gran problema, especialmente en el puesto de trabajo.
Para hacer este estudio, los investigadores han analizado a cerca de 8.000 adultos de 36 lugares de trabajo en 13 países europeos, así como en Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. El resultado ofrecido es que disminuir la exposición al humo del tabaco en los lugares comunes, especialmente en el trabajo, mejora la salud respiratoria.
De hecho, a los fumadores pasivos se les asocia con síntomas como opresión en el pecho, apnea nocturna, falta de aliento tras la realización de ejercicios y una creciente insensibilidad bronquial.
Los investigadores basan sus conclusiones en la información obtenida directamente de exámenes a los fumadores pasivos, algunos de los cuales mostraban problemas respiratorios, asma y rinitis alérgica, teniendo en cuenta que ninguno de ellos había fumado nunca. En 12 de los 36 centros analizados, más de la mitad de los participantes estaban expuestos de forma involuntaria al humo del tabaco.
Los resultados del estudio indican también que la gente con asma sufre en mayor medida los efectos de ser fumador pasivo que el resto de la gente.
El coordinador del estudio, Christer Janson, asegura que este problema «ha incrementado la posibilidad de padecer problemas respiratorios», con lo que un descenso en la exposición al humo del tabaco, especialmente en el trabajo, «mejora sensiblemente la salud».
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
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