Familiares de un trabajador de Navantia fallecido en el 2004, ha demandado a la empresa por daños y perjuicios por considerar que su muerte tiene relación directa con su exposición al amianto durante los años en que se utilizó este material en la antigua Astano en la construcción de buques.
Durante el juicio celebrado, el letrado de la familia, Victor M. López Casal, aportado por la asociación Agavida de afectados por amianto, explicó al tribunal que el mal pulmonar que acabó con la vida de Carlos Díaz, cuando tenía 51 años, está catalogado como propio de los trabajadores contaminados por el asbesto.
El letrado presentó como testigos a Emilio Salorio y Marcelo Díaz, que fueron técnicos de seguridad e higiene en el trabajo en el astillero de Fene. Ambos insistieron en que durante años Astano no cumplió las normativas de prevención en materia de manipulación del amianto por lo que muchos operarios, entre ellos el fallecido, permanecían expuestos a las fibras que quedaban en el aire y penetraban en los pulmones al respirar.
Se da la circunstancia de que el trabajador falleció cuando esperaba un trasplante de pulmones, como explicó en la vista oral la coordinadora de transplantes del Juan Canalejo la cual confirmó que la muerte fue por una neumocioniosis producida por la exposición al asbesto. El asunto quedó visto para sentencia.
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