Expertos en prevención de riesgos laborales en el sector de la construcción, que imparten la asignatura en la Escuela de Arquitectura Técnica de la Universidad de Alicante, admitieron ayer abiertamente que muchas obras de la provincia «no elaboran de forma correcta» los planes de seguridad y salud laboral. La polémica sobre los planes y estudios de seguridad laboral en las obras, que son preceptivos por ley, resurgió con fuerza de la mano de la profesora Lucía Blanco Bartolomé, autora, junto con el también profesor y director del Gabinete de Seguridad e Higiene de Alicante, Gustavo Arcenegui, de una guía sobre seguridad en la construcción, editada por la patronal alicantina Coepa.
Al ser preguntada por si, como ella misma había anunciado momentos antes, esa guía editada por la patronal contribuiría a la elaboración de los planes de seguridad y salud laboral de cada proyecto constructivo, la experta Lucía Blanco sentenció: «En muchas ocasiones, el plan y estudio de seguridad no se elabora correctamente, y debería hacerse de forma específica para cada obra».
Es decir, cada plan debe adecuarse para los riesgos concretos de cada centro de trabajo. Y ahora mismo no ocurre así en una gran parte de las obras, como admite la profesora, que ayer estuvo acompañada por el también experto Arcenegui, el presidente de la patronal, Modesto Crespo, y por el secretario Javier López «Esta guía es abierta y parte de la base de que su información puede ser usada para elaborar esos planes de seguridad; además, las empresas que quieran pueden usarla en los procedimientos de trabajo y en la aplicación de los equipos de protección individual y colectivos», añade Lucía Blanco. Modesto Crespo se mostró partidario de que los planes de seguridad sean específicos para cada obra y López Mora agregó: «Son situaciones excepcionales», al aludir al aserto de la experta de que muchos estudios no se elaboran de forma correcta.
No es nuevo el debate sobre el grado de eficiencia de estos planes, que son de obligada elaboración y cumplimiento por parte de los promotores de las obras públicas y privadas, en base a la Ley de Seguridad y Salud Laboral. Un sector de la Inspección de Trabajo de Alicante denunció hace ahora tres años, como recogió este diario, que los planes, de forma generalizada, no eran sino meras fotocopias que se pasaban de unas a otras obras con la bendición tanto del promotor como del coordinador de seguridad laboral, figura que suele ejercer, en un noventa por cien de los casos, el arquitecto técnico o aparejador. El Colegio profesional de los Aparejadores salió al paso de la denuncia de la Inspección en este diario y lo negó en redondo. Al poco, la Conselleria de Economía convocó una cumbre con empresarios de la promoción y constructores en Alicante para unificar criterios precisamente sobre el uso o deficiente uso de los planes de seguridad laboral.
También CC OO se sumó, a través del responsable de Salud Laboral de la Federación de Construcción, Francisco Velasco, al debate. Velasco también ha denunciado (la última vez el pasado mes de enero) el uso de esos planes en serie, sin que se adapten a la realidad de los riesgos en el trabajo de cada obra.
Los aparejadores son los encargados del estudio de ejecución de obras, que lleva un anexo con el plan de seguridad. Además, suelen ejercer como coordinadores de seguridad y salud laboral, una figura que fija la legislación.
Sobre la figura del coordinador de riesgos laborales y su funcionamiento en el sector de la construcción alicantino, Crespo apostó abiertamente por que «se precisa un coordinador de riesgos laborales en cada una de las obras, porque las medidas de seguridad son siempre cambiantes». El coordinador, que no está obligado a permanecer en el centro laboral de forma permanente por ley, «es una figura absolutamente tasada por la norma que nosotros potenciamos y difundimos; sí se está cumpliendo» el imperativo legal del coordinador, según aclaró poco después López Mora.
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