• Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Noticias
  • Tiempo de lectura:5 minutos de lectura

Las enfermedades y accidentes laborales se cobran anualmente más de dos millones de vidas y las bajas y compensaciones económicas que se derivan de las mismas provocan pérdidas que ascienden a alrededor del 4% del PIB mundial, según datos difundidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), con motivo de la celebración del Día Mundial sobre la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Ambas agencias han previsto actividades de conmemoración en más de cien países.

Según las agencias de la ONU, las enfermedades profesionales se han convertido en un riesgo más importante que los accidentes, hasta el punto de que las enfermedades son responsables de 1,7 millones de muertes, cuatro veces más que los accidentes. Cada año surgen unos 160 millones de nuevos casos de enfermedades profesionales.

Las muertes por accidente laboral se están reduciendo en los países industrializados que, sin embargo, están viviendo un aumento de las muertes por enfermedad, especialmente a causa del amianto, un producto usado frecuentemente hace décadas como ignífugo en los edificios públicos. El amianto se cobra unas 100.000 vidas al año en todo el mundo, según las cifras de la OIT.

El cáncer provocado por la exposición a sustancias peligrosas se ha convertido en una enfermedad profesional muy común. También en el sector agrícola -predominante en los países en desarrollo-, el contacto con plaguicidas provoca 70.000 muertes por envenenamiento cada año.

En cuanto a los accidentes laborales, los siniestros mortales son especialmente frecuentes en países que se están desarrollando rápidamente. Así, aunque entre 1998 y 2001 el número de accidentes -mortales y no mortales- se mantuvo globalmente estable: en China pasaron de 73.500 a 90.500, y en América Latina, de 29.500 a 39.500 debido en especial al crecimiento del sector de la construcción en Brasil y México.

En el mismo periodo, los accidentes que provocaron tres días o más de baja aumentaron de 56 millones a 69 millones. Cada año, los trabajadores de todo el mundo son víctimas de unos 268 millones de accidentes no mortales que causan ausencias laborales de al menos tres días.

“Esta situación se debe a que en los países de reciente desarrollo los trabajadores a menudo proceden de zonas rurales y disponen de escasas cualificaciones y poca formación en prácticas de trabajo seguras”, según el director del Programa Safework de la OIT, Jukka Takala. La mayoría de los trabajadores, prosiguió, no ha recibido formación adecuada sobre los peligros de la maquinaria pesada con la que trabajan, o de la electricidad.

“Una vez que los países alcanzan un grado más maduro de desarrollo, se produce una evolución de la construcción a empleos en servicios menos peligrosos y las tasas de accidentes comienzan a descender. Esto es lo que esta pasando ahora, por ejemplo, en Corea del Sur”, explicó el responsable de la OIT.

La construcción, un sector en auge en los países emergentes, es uno de los campos con datos más dramáticos. Los datos difundidos revelan que un 17 por ciento de los accidentes mortales en todo el mundo se producen en la construcción, a un ritmo de una muerte cada diez minutos, más de 60.000 al año.

Pero además estos trabajadores se enfrentan a otros riesgos para la salud, como la exposición al polvo cargado de amianto, sílice y productos químicos peligrosos.

Por otra parte, la ONU advierte de que cada vez aumentarán más los jóvenes de entre 15 y 24 años y los mayores de 60 en la fuerza laboral, y estos colectivos “suelen sufrir tasas superiores de accidentes”.

Por su parte, la subdirectora general, Desarrollo Sostenible y Ambientes Saludables de la OMS, Kerstin Leitner, recalcó que “a pesar de las importantes mejoras registradas en la seguridad y la salud en muchas partes del mundo en los últimos decenios, el reto global de proporcionar seguridad y salud a los trabajadores es hoy día mayor que nunca”.

En concreto, destacó la necesidad de políticas de prevención y formación de los trabajadores. “En muchos lugares, especialmente en países en desarrollo, ese tipo de políticas y programas son débiles o practicamente inexistentes”, dijo Leitner, haciendo hincapié en que la prevención resulta menos costosa que las consecuencias de no practicarla.

La OMS ha puesto en marcha una red de setenta centros de colaboración para respaldar las estrategias preventivas en diferentes países, en el marco de su Estrategia Mundial sobre Salud Ocupacional para Todos.

Estos centros apoyan la apliación de planes de acción nacionales y, además, informan sobre factores de riesgo para la salud profesional (químico, físico, ergonómico, psicosocial o biológico). Finalmente, la OMS define una serie de servicios basicos en materia.

0 0 votos
Valoración

Construnario.com

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

Suscribirme
Notificar de
guest
:arrow: 
:D 
:? 
8-) 
:cry: 
:shock: 
:evil: 
:!: 
:geek: 
:idea: 
:lol: 
:x 
:mrgreen: 
:| 
:?: 
:P 
:oops: 
:roll: 
:( 
:) 
:o 
:twisted: 
:ugeek: 
;) 
 
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios