Las enfermedades profesionales son una parte del fenómeno de la siniestralidad laboral que pasa mucho más inadvertido, pero que late en el fondo del problema con mucha virulencia. Las patologías de todo tipo vinculadas al puesto de trabajo se han llegado a cuadruplicar en la provincia y en la Comunidad Valenciana en sólo ocho años. En el último año han crecido un 16%. Los sindicatos aseguran que hay más casos de enfermedad profesional porque hay más medios para luchar contra el fenómeno. Sin embargo, advierten de que miles de casos se siguen derivando al sistema público de salud para certificarlos como enfermedad común, o sea, un simple resfriado o una bronquitis. CC OO alerta de que, oficialmente, no se reconozca en la estadística de Trabajo ningún caso de muerte por enfermedad profesional.
Si en el año 1997 había contabilizadas 245 enfermedades profesionales en el conjunto de la Comunidad Valenciana, en el año 2004 se computaron 1.113. De acuerdo con un informe sobre salud laboral de CC OO-PV dado a conocer con motivo del Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, el índice de incidencia de las enfermedades profesionales se ha llegado a triplicar. A saber, que por cada mil trabajadores en activo, 74 sufren algún tipo de patología causada directamente por su actividad laboral, mientras que hace ocho años sólo afectaba a 23 operarios.
Sólo en el último año 2004, las enfermedades profesionales han crecido más de un 16%. Se declararon 1.113 en la Comunidad (más de 270 en la provincia de Alicante), de las cuales cuatro fueron calificadas por la autoridad laboral y sanitaria como de grado grave. Según la opinión de CC OO, el incesante aumento de enfermedades profesionales declaradas por Trabajo y Sanidad no atiende tanto a razones de más apariciones en sí, sino a que el problema se observa y se halla por parte de la Administración mucho más que hace una década.
Sin embargo, esta central sindical considera que «el arcaico listado de enfermedades profesionales no recoge todas las existentes y todavía aparecen muchas como accidentes de trabajo». La central critica, además, las deficiencias que se arrastran aún en la declaración de patologías laborales, ya que no aparece en la Comunidad ningún caso de muerte por enfermedad profesional y sí por accidente de trabajo como tal. CC OO-PV denuncia que todavía existe un subregistro de las enfermedades profesionales, porque la mayoría de casos que aparecen en el día a día son derivados al sistema público de salud para atenderlos como si de un simple catarro se tratara, cuando late un problema mayor que, después de ese período de latencia, puede acarrear gravísimas consecuencias.
Basta con recordar el gravísimo brote de asbestosis (enfermedad profesional que se contrae sólo por la aspiración de fibras de amianto o asbesto) localizado mucho tiempo después de su incubación en la fábrica de Fibrocementos, del Grupo Uralita, y cuyo caso ha dado pie a una instrucción judicial que sentará en el banquillo, dentro de pocos meses, a dos meses y a dos altos directivos de esa empresa, después de ser acusados por la Fiscalía de ocho homicidios y de 30 delitos de lesiones por imprudencia grave.
Según los datos facilitados por la Conselleria de Economía y Empleo, ocho de cada diez trabajadores que causaron baja en la provincia en el 2002 con la condición de enfermo profesional pertenecen a los sectores del calzado y textil. En estos casos, el motivo de la patología es el movimiento reiterativo en frecuencias muy cortas que provocan enfermedades por fatiga de los tendones o los tejidos musculares y parálisis de los nervios debido a la presión.
Las autoridades laboral y sanitaria de la Comunidad Valenciana, que tiene transferidas las competencias en esta materia, diagosticaron y certificaron durante el año 2002 283 enfermedades profesionales distintas que han causado baja en el trabajo. El aumento fue del 13% respecto al ejercicio anterior, en el que fueron computados 244 enfermedades profesionales en el conjunto de la provincia. En el año 2000, las autoridades sanitaria y laboral certificaron 139 casos, que fueron 109 en el año 1998.
En este ejercicio, el incremento ya fue del 130% respecto al año 1997, dos después de que se aprobara la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo que prevé en su articulado varias medidas para la prevención de las enfermedades profesionales.
Un mayor control y catalogación de las patologías laborales y una mejor interconexión entre la Administración laboral y la sanitaria está siendo decisiva para que afloren nuevos casos, según comentó hace algunos meses en este diario el director general de Trabajo, Román Caballos.
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