Una empresa estatal de China ocultó un accidente en la construcción de un túnel en el norte del país que causó la muerte de ocho trabajadores, según las autoridades nacionales de seguridad laboral, que ordenaron la detención de cuatro responsables de la firma.
La explosión se produjo el 25 de diciembre y también hirió a cinco obreros de una empresa subsidiara de China Railway Tunnel Group, la mayor constructora de proyectos subterráneos y túneles del país, que tardó cinco días en reportar el accidente y sólo lo hizo cuando éste fue revelado en foros de internet.
Las investigaciones determinaron que el accidente, ocurrido en la provincia de Shanxi, se produjo en trabajos ilegales de dinamitado y que la empresa trató deliberadamente de ocultar el suceso.
Para ello, entre otras cosas, la empresa ingresó a algunos de los heridos en el accidente en un hospital de una provincia diferente a la que fue escenario del suceso, a 360 kilómetros de allí.
El nuevo gobernador de Shanxi, Li Xiaopeng (hijo del ex primer ministro chino Li Peng), aseguró que se mostraba “sorprendido y molesto” por la implicación de una gran empresa estatal en el suceso.
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