La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ha condenado a una empresa de construcciones a pagar 6.076 euros a un trabajador, en concepto de indemnización de daños y perjuicios por un accidente de trabajo.
El accidente ocurrió hace nueve años. E.C.D. estaba el 15 de febrero del año 2002 trabajando como oficial primero de albañil, en las obras de una viviendas que se estaban construyendo en Valcorchero, en Plasencia. Estaba realizando tareas de enfoscado en la pared. Se encontraba en un andamio de castillete y al desatarlo de una reja a la que estaba unido, se cayó, impactando contra el suelo. El trabajador estaba trabajando sin casco, además de sin arnés o cinturón de seguridad. Se precipitó a una altura de 4 metros, fracturándose el tobillo izquierdo.
Al año del accidente el INSS declaró al trabajador accidentado afecto de una incapacidad permanente total, con el correspondiente derecho a percibir una pensión del 55% de la base reguladora, establecida en 798 euros.
En el 2005, el Juzgado de lo Social de Cáceres declaró el derecho del albañil a percibir el recargo del 30% sobre la prestación económica de incapacidad permanente total, y condenó a la empresa a abonar ese recargo, al apreciar que se habían infringido por la misma normas de prevención de riesgos laborales.
El abogado del trabajador pedía ahora a la empresa una indemnización de hasta 157.628 euros; o, subsidiariamente, una cantidad entre 17.612 euros a 88.063 euros.
Se recalcaba que tiene una limitación de movilidad superior al 50%, cicatrices a nivel de tobillo izquierdo de 26 y 28 centímetros, una de 10 centímetros encima de la rótula y otra cicatriz en la cresta iliaca, además de una marcha claudicante con apoyo de bastón y atrofia muscular. La Sala fija la indemnización, tras valorar las secuelas, en 6.076 euros.
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