Los nueve municipios que conforman Deza y Tabeirós-Montes registraron el año pasado 380 accidentes laborales que causaron baja, según los datos del Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral (Issga). La cifra está 123 puntos por debajo de los 503 accidentes que constataron las empresas de la zona durante 2011. La razón de este descenso estriba, sobre todo, en el parón de la actividad constructora, que en las comarcas contaba con un buen número de firmas. De hecho, en la edificación 2012 suma 69 accidentes laborales, casi la mitad de los 124 del ejercicio anterior. Es obvio que los municipios con mayor desarrollo urbanístico registran más volumen de contratiempos en la actividad constructiva: Lalín tuvo 29 sucesos en este apartado, seguido de los 17 de A Estrada y los 7 de Silleda. Sus resultados de 2011, con 58, 28 y 19 percances, respectivamente, dan buena fe de que hasta qué punto se ha paralizado el mundo del ladrillo.
Aunque todos los sectores y todos los municipios -salvo Dozón, que pasa de 3 accidentes a 10- descienden su número de incidentes laborales, esta bajada es desigual según de qué actividad económica se trate. El sector servicios ya encabezaba la lista de siniestros en el trabajo en 2011 y continuó haciéndolo al año siguiente, ya que su merma fue casi imperceptible: de 145 siniestros, pasó a solo 9 menos, 136. Es más, a nivel comarcal, en Deza los 95 sucesos del año pasado repiten la cifra del ejercicio precedente. Resulta curioso que en Silleda casi se duplique el volumen de percances, al pasar de 17 a 32, muy próximos a los 34 que registra Lalín pese a que la cabecera dezana cuenta con una red empresarial muy superior en el sector terciario.
La industria, como segunda área económica con más siniestralidad laboral de la zona, cierra 2012 con 69 accidentes en Deza y 46 en Tabeirós-Montes. El total, 115, son 44 menos que los 159 del ejercicio anterior y, de nuevo, el recorte viene dado ante todo por el cierre de empresas o la reducción de horario laboral de las mismas, mediante la activación de ERE temporales. Basta con ojear las cifras de la cabecera dezana, Lalín: cercena los 52 siniestros fabriles de 2011 a 34. Es, sin duda, el más destacado del sector, ya que A Estrada también registra una bajada, pero más sutil al pasar de 52 a 43.
Por último, en la agricultura se constataron 60 accidentes, unas cifras muy similares a las de la construcción y que suponen 15 menos que en 2011. De por sí, el trabajo en el campo no genera un gran número de siniestros laborales. De hecho, en los dos años analizados ninguno de los nueve municipios supera la treintena de sucesos. Eso sí, hay que destacar el caso de Rodeiro, donde sus 10 incidentes en agricultura superan a los 6 en industria, los 5 de la construcción o el único que registró en el sector servicios.
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