El comportamiento negligente de dos empresarios causó la muerte de un albañil en Arteixo. Así lo reconoce la sentencia por la que la Audiencia Provincial de A Coruña condena a un año de prisión a Luis G.C., jefe del obrero fallecido, y a seis meses de cárcel y multa de 2.163 euros a José L.C., que contrató los servicios de ambos. Además, el primero de ellos deberá de indemnizar a los padres de la víctima en 100.000 euros.
Los hechos ocurrieron el 13 de junio de 1998, cuando José L.C., como gerente de Galvanizados Retsa II, encargó a Luis G.C. la reparación de la cubierta de la nave industrial que la empresa tiene en el polígono de Sabón (Arteixo), unas obras que consistían en sustituir varias planchas de uralita del tejado. Dos días después, Luis G.C. se presentó en la nave para preparar la ejecución de las obras en compañía del albañil oficial de segunda José Jorge Mañana Martínez, de 25 años de edad, que desde hacía dos semanas trabajaba a las órdenes de aquél.
Los dos se encaramaron a la cubierta, pero, en un momento dado, el albañil se situó sobre la superficie de uralita o se deslizó hacia ella, que cedió bajo su peso. El obrero se precipitó al vacío desde una altura de nueve metros y medio y cayó en el interior de la nave. Como resultado del accidente, el trabajador sufrió un gravísimo politraumatismo craneoencefálico, torácico y abdominal que le causó la muerte.
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