Cerca del 90% de los accidentes laborales que se registran en el sector de la construcción son por caídas en altura. Una persona falleció recientemente en El Neverón (Cancienes) por esta causa, aunque se trata de algo generalizado. En España mueren diariamente cuatro personas en accidente de trabajo.
Con estas cifras de partida, hace cinco años se constituía la Asociación de Gestores de la Prevención (AGP). Aunque su sede se localiza en Gijón, recorre sin cesar la comunidad autónoma para advertir sobre los riesgos laborales.
Ayer le tocó el turno a Corvera. El presidente de la AGP, Alfonso Martínez, señaló en Las Vegas, durante unas jornadas, que tanto empresarios como trabajadores tienen su parte de culpa. Las empresas, porque siguen considerando la prevención de riesgos como «un gasto inútil y no como una inversión de alta rentabilidad».
Sanciones
En efecto, cuando se produce un accidente, la actividad en las obras se paraliza uno o varios días, lo que provoca un aumento del coste; si además los empresarios deben hacer frente a sanciones, indemnizaciones y multas, ese coste se incrementa aún más. Estudios realizados en Estados Unidos demuestran que por cada dólar invertido en la prevención se obtienen 16 de rentabilidad.
Las pequeñas y medianas empresas son las que más descuidan la cultura preventiva. Pero tampoco los trabajadores se comportan muchas veces del modo adecuado. Ellos mismos se exponen al accidente, cuando no aplican las medidas de seguridad, según quedó ayer patente.
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