CCOO y UGT de Castilla-La Mancha piden la reedición del Acuerdo Estratégico para la Prevención de Riesgos Laborales en Castilla-La Mancha, cuya vigencia finalizó en 2012; así como que Gobierno y empresarios sigan invirtiendo en prevención de riesgos laborales y no releguen ésta a un segundo o tercer plano usando la crisis como excusa. La defensa de la salud y la vida de las y los trabajadores es prioritaria.
Las secretarias regionales de Salud Laboral de CCOO y UGT de Castilla-La Mancha, Raquel Payo e Higinia García respectivamente, han manifestado esta mañana en rueda de prensa que la actual situación de crisis económica no puede ser la excusa que permita dejar de trabajar e invertir en materia de prevención de riesgos laborales. En este sentido, han denunciado que el Gobierno de Cospedal ha reducido en más de 70% el presupuesto destinado a la prevención de riesgos laborales para 2013. Esto pone en evidencia la irresponsabilidad del Gobierno regional que abandona a su suerte a las y los trabajadores, y para el que poca importancia parece tener su seguridad y salud.
CCOO y UGT insisten en la necesidad de los programas formativos y de asesoramiento en materia de seguridad y salud laboral que se venían desarrollando en la región en el marco del Acuerdo Estratégico para la Prevención de Riesgos Laborales en Castilla-La Mancha (2008-2012), fruto del diálogo social entre los sindicatos, el Gobierno y la patronal. La inexistencia de estos programas da lugar a un retroceso en las condiciones de seguridad y salud de las y los trabajadores y a la pérdida de la cultura preventiva.
Los sindicatos recuerdan que en los últimos años se han conseguido avances en prevención de riesgos laborales, fruto del intenso trabajo de los agentes implicados en la materia y de las movilizaciones de las y los trabajadores, y han advertido que estos recortes pueden provocar un retroceso en las condiciones de salud y seguridad de las y los trabajadores.
Durante el 2012 la siniestralidad laboral se ha reducido en nuestra región, si bien hay que tener en cuenta que hay menos población activa. Estos datos no nos pueden llevar al conformismo. En 2012 se registraron en la región 37 accidentes mortales, los mismos que en 2011 y que en 2010, pero con 57.000 trabajadores y trabajadoras menos afiliados a la Seguridad Social; 166 graves y 18.358 leves. De los 37 accidentes mortales: 15 han sido como consecuencia de la seguridad vial, más del 40% (el 30% en el país por esta causa): 5 por desplazamientos durante la jornada laboral y 10 in itinere.
Castilla-La Mancha es la tercera comunidad autónoma con mayor índice de siniestralidad, por detrás de Baleares y Asturias. Además, nuestra región ocupa otros dramáticos primeros puestos: Guadalajara es la provincia del país con mayor tasa de accidentalidad; Toledo es la tercera provincia que más accidentes ha sufrido por cada 100.000 trabajadores y trabajadoras; y en el sector de la construcción con un incremento del 35% somos la segunda comunidad autónoma del país con mayor tasa de accidentalidad.
Junto a la construcción, en los sectores de industria y agricultura, -muy afectados por la crisis y en los que ha habido un descenso de la población activa-, se ha incrementado el índice de incidencia de siniestralidad laboral. En la construcción, con un descenso del 25% en las afiliaciones a la Seguridad Social, se registraron nueve accidentes mortales (los mismos que en 2011); en agricultura ocho (cinco más que en 2011); y en industria 6 (también los mismos que en 2011).
Respecto a las enfermedades profesionales, en la región se registraron en 2012 un total de 310, lo que supone un ascenso con respecto al año anterior, aunque Castilla-La Mancha, junto a Madrid y Andalucía es de las comunidades autónomas en las que menos enfermedades profesionales se declaran. En la región se declaró una enfermedad por cada 1.815 trabajadores. Si comparamos los datos de 2012 con los de 2006 (año en el que se aprobó el cuadro de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social y se establecieron criterios para su notificación y registro) el pasado año se declararon 267 enfermedades menos (-46,27%) que hace seis años.
De las 310 enfermedades profesionales, un 40% fueron sin baja médica, y por provincias se registraron 111 en Toledo, 77 en Ciudad Real, 54 en Albacete, 50 en Guadalajara y 18 en Cuenca.
CCOO y UGT reclaman la inclusión de los riesgos psicosociales en el cuadro de enfermedades profesionales.
Asimismo, ambos sindicatos han advertido del presentismo laboral que se está produciendo por el miedo de las y los trabajadores a represalias y a ser despedidos si faltan a trabajar, lo que les lleva a acudir a sus puestos de trabajo sin estar en plenas condiciones de salud, lo que repercute en su seguridad laboral.
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