La Federación del Metal, Construcción y Afines de UGT en Castilla y León presentó en Valladolid la nueva tarjeta profesional del sector de la construcción, un documento que será imprescindible para poder trabajar en cualquier obra a partir del 1 de enero del 2012, y que el secretario general de esta federación, Regino Sánchez, definió como «el DNI para luchar contra la siniestralidad laboral».
Esta tarjeta es fruto del cuarto Convenio General de la Construcción que se firmó este año -y que estará en vigor hasta finales del 2011-, y de la ley reguladora de la subcontratación en este sector aprobada por el Congreso en el 2006, un conjunto de medidas que constituyen «un paso de gigante y un cambio normativo radical en esta ley de la selva que es ahora el sector de la construcción en cuanto a siniestralidad laboral».
Regino Sánchez aseguró que el 2007 ha sido «un año negro» en este sentido en Castilla y León, con un notable incremento de los accidentes, con 25 trabajadores fallecidos frente a los 17 registrados el año pasado.
El objetivo principal de esta tarjeta es impedir que nadie pueda trabajar en la construcción sin haber recibido antes una formación básica en seguridad y prevención de riesgos laborales, y para obtenerla los trabajadores deberán haber recibido al menos un curso de ocho horas en esta materia, cursos que deberán ser homologados por la Fundación Laboral de la Construcción, el órgano paritario en el que están representados los dos sindicatos mayoritarios (UGT y CC.OO.) y la patronal.
Esta tarjeta será obligatoria en todo el Estado a partir del 2012, fecha en que finaliza el convenio nacional de la construcción en vigor, y los empresarios no podrán contratar a nadie que no esté en posesión de este documento. La federación de UGT ya está recogiendo solicitudes, y los datos de los solicitantes serán remitidos a la Fundación Laboral de la Construcción, que será la única entidad autorizada para su emisión. También se pueden tramitar a través de CC.OO. y la patronal de la construcción, y podrán solicitarla los trabajadores en activo o los desempleados que hayan trabajado en este sector como mínimo 30 días en el último año.
Además de los trabajadores del sector, también tendrán que tener la tarjeta electricistas, fontaneros y todos aquellos que trabajen en la obra.
UGT calcula que tendrán que obtener la tarjeta unos 2,5 millones de trabajadores en toda España, de ellos unos 140.000 en Castilla y León, de forma que en esta comunidad habrá que expedir una media de 30.000 al año de aquí al 2012.
Regino Sánchez también explicó que el siguiente paso en la lucha contra la siniestralidad laboral en el sector de la construcción será conseguir, en la próxima legislatura, la jubilación con plenos derechos para los trabajadores de 60 años.
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