Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre un 15 y un 30% de los accidentes laborales registrados se relacionan con el uso indebido del alcohol y otras drogas. Además, este mismo organismo asegura que los consumidores de alcohol registran entre el doble y el triple de absentismo laboral.
Partiendo de esta base, la doctora Noelia Ramírez, médico del trabajo del Centro de Prevención de Riesgos Laborales de Cádiz, ha elaborado una interesante ponencia sobre la identificación precoz de bebedores de riesgo entre los empleados, recientemente expuesta en las jornadas “Problemas derivados del consumo de bebidas alcohólicas en las empresas”, organizadas por el mismo Centro de Prevención.
Su trabajo incluye encuestas realizadas a 556 trabajadores de la provincia gaditana con un perfil predominante de funcionarios (con categoría laboral administrativa), 44 años de edad media, y un reparto equitativo entre hombres y mujeres. A estas personas se les han aplicado, principalmente, los cuestionarios ISCA (Interrogatorio Sistematizado de Consumos Alcohólicos) y AUDIT (Alcohol Disorders Identification Test), que son los instrumentos estandarizados en este campo. Las encuestas se hicieron durante la primera mitad del pasado 2009.
Según los resultados de esta investigación, de la que se hace eco la delegación provincial de Empleo en una nota remitida, un 7% de los encuestados –con datos del test AUDIT- se consideraría bebedor de alto riesgo y un 81% de los participantes, bebedor de bajo riesgo. No obstante, hay que tener en cuenta la falta de veracidad en algunas de las respuestas cuando se realizan encuestas de este tipo. No obstante, el cuestionario AUDIT se trata de una herramienta útil para detectar tanto el consumo elevado como una posible dependencia en muchos de los casos.
La ponencia de la doctora Ramírez concluye con la necesidad de establecer estrategias de detección precoz y reforzar la prevención del consumo del alcohol en el trabajo (como suprimir la disponibilidad de bebidas alcohólicas en horario laboral y fomentar la educación para la salud con campañas, distribución de materiales y coloquios). Por último, el estudio subraya como clave el seguimiento y que el apoyo al bebedor de riesgo sea continuado.
ESCASEZ DE PLANES EN LAS EMPRESAS
Aunque los datos expuestos hasta ahora se han centrado en la investigación de Noelia Ramírez, en el transcurso de las jornadas “Problemas derivados del consumo de bebidas alcohólicas en las empresas” –organizadas por el Centro de Prevención de Riesgos Laborales y celebradas hace unos días en Cádiz- también intervinieron otros cualificados expertos, como Roberto Ariza (de CCOO-Andalucía) y José Manuel Martínez, médico del Centro de Tratamiento de las Adicciones de la Diputación provincial. Precisamente, el doctor Martínez, afirma que, si bien parecen sobradamente justificadas las actuaciones contra el consumo del alcohol en el trabajo, existen muchas resistencias para desarrollarlas.
Martínez, en su ponencia, identificó dificultades para elaborar planes en esta área, como que los empresarios no crean rentable esta inversión o que depositen la responsabilidad exclusivamente en las administraciones, mientras que, por parte de los sindicatos, se teme a los despidos y se genera una falsa solidaridad entre compañeros al verse el consumo como algo individual. Sin embargo, la OIT asegura que los programas de intervención en las empresas han acreditado sobradamente su eficacia, ya que aumentan la productividad, y, sobre todo, reducen los accidentes laborales.
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