El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 4 de Bilbao ha apremiado a la unidad disciplinaria de la Ertzaintza a investigar un presunto caso de mobbing en la unidad de Juego de la Policía vasca. Ésta es la segunda ocasión en la que el magistrado reclama al departamento que abra un expediente sobre las denuncias presentadas por tres ertzainas que acusaron a cuatro mandos de acosarles para que abandonasen la Ertzaintza.
El juez ya había solicitado en marzo del año pasado a la Policía vasca que abriese un sumario para comprobar si se había producido un caso de mobbing en la unidad de Juego. Un año después, sin embargo, la investigación no se ha iniciado, ya que la Policía vasca pidió una aclaración de sentencia para precisar los términos de la decisión judicial. En la nueva resolución, se le recuerda a la unidad disciplinaria que la investigación es obligatoria.
El origen del caso se remonta a noviembre de 2003, cuando los tres agentes se querellaron contra sus mandos por las presuntas presiones de las que eran objeto. En algunos casos, los denunciantes incluso aportaron datos sobre sus bajas por depresión o el cuadro médico de uno de ellos, que había sido ingresado en la planta de psiquiatría de un hospital vizcaíno. La demanda penal no avanzó puesto que los magistrados estimaron que se debía examinar en los tribunales de lo Contencioso Administrativo. Por su parte, el sindicato Erne instó al departamento a emprender una investigación interna para aclarar las denuncias.
A raíz de ellas, la unidad disciplinaria abrió una investigación, que, según sentenció el propio juez, fue insuficiente. Las pesquisas se limitaron a entrevistar al jefe de la unidad de Juego y luego a redactar un informe que rebatía las quejas de las supuestas víctimas. Los agentes de asuntos internos rechazaron realizar otras investigaciones, como llamar a otros testigos.
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