El Juzgado de lo Social número 6 de Barcelona ha iniciado hoy la vista por presunto despido improcedente contra una empresa que opera en el puerto de Barcelona. Según el trabajador despedido, la empresa le echó tras conocer que era portador del virus del sida.
Según el perjudicado, Enrique B., la empresa tuvo conocimiento de su condición de seropositivo a raíz del accidente laboral que sufrió el 20 de septiembre de 2002. Al ser asistido, el trabajador informó a los médicos de que era portador del virus VIH para que procedieran a tomar las medidas pertinentes.
Esta circunstancia fue comunicada por responsables de la mutua FREMAP, que cubre los riesgos por accidente a la dirección de la empresa Terminal de Contenedores de Barcelona.
Cinco días más tarde, al ir a entregar el parte de baja al encargado general, éste le comunicó el despido. Según el trabajador, “me encontré con la sorpresa de que los directivos de la empresa había decidido que no volviera por allí porque era seropositivo”. El trabajador decidió impugnar el despido al considerarlo totalmente improcedente por “discriminatorio”.
Enrique B., que actualmente tiene 37 años, estuvo en prisión varios años por delitos contra la propiedad, donde contrajo el virus en 1984. Sin embargo, hace siete años, tras cumplir su condena, quedó en libertad y ha conseguido rehabilitarse y trabajaba como estibador en el puerto de Barcelona.
Por esta razón, el perjudicado se lamentaba que le haya ocurrido esto señalando que “sólo pretendía de esta sociedad, que me permitiera recuperarme, rehabilitarme y hacer una vida normal, con mi casa y mi trabajo, y me encuentro que no me lo dejan hacer”.
El abogado del perjudicado ha interpuesto además una querella criminal contra la mutua y la empresa por haber difundido datos confidenciales del trabajador. La querella está pendiente de admisión a trámite por parte del Juzgado de Instrucción número 29 de Barcelona.
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