Un trabajador que sufrío quemaduras durante la fuga de vapor de una central de energía nuclear el 9 de agosto en la prefectura de Fukui, oeste de Japón, murió hoy, lo que elevó a cinco la cifra de muertes en el accidente.
Masaru Kameiwa, de 30 años de edad, murió en el Hospital de la Universidad Fukui, dijo la policía local, citada por Kyodo News. Su estado había sido grave y sufría quemaduras en 80 por ciento de su cuerpo.
Una sección de la tubería del reactor No. 3 de la Central Nucleoeléctrica Mihama de la Compañía de Energía Eléctrica Kansai se rompió. El vapor caliente mató a cuatro trabajadores de inmediato y dejó a siete heridos, incluyendo a Kameiwa. Otro trabajador aún sigue en estado crítico.
No hubo ninguna fuga de radiación en el accidente con mayor número de víctimas en la historia de la industria nucleoeléctrica de Japón. El segundo mayor proveedor de electricidad de Japón había cerrado todos los reactores.
Todos los trabajadores pertenecían a otra compañía responsable del mantenimiento de instalaciones. Ellos estaban preparando el comienzo de un trabajo de revisión de la tubería que no había sido examinada desde que el reactor entró en servicio en 1976. Se descubrió que la tubería estaba sumamente gastada.
La energía nuclear es importante para Japón desprovisto de recursos. Existen más de 50 reactores en funcionamiento y se espera que 12 más entren en operación en el 2015. La energía nuclear constituyó cerca de una tercera parte de la producción de electricidad en el año 2002.
Pero problemas relacionados con la seguridad, como incendios y fugas de radiación, siguen afectando a los japoneses. En 1999, dos empleados de la oficina en Tokio de JCO. Co., una planta procesadora de combustible en Tokaimura, prefectura de Ibaraki, murieron después de quedar expuestos a la radiación
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