En Asturias, uno de cada 26 trabajadores sufrió un accidente laboral en 2012, situando a la región, por quinto año consecutivo, como la segunda comunidad autónoma con mayor índice de incidencia de accidentes laborales siendo la media en España uno de cada 37.
Es uno de los datos ofrecidos por los sindicatos con motivo del Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo, que se celebra el próximo 28 de abril.
Según UGT, CCOO y USO, la negativa coyuntura económica ha determinado que la prevención de accidentes laborales “pase a segundo plano” a lo que se añade la precarización de las condiciones de trabajo derivadas de las últimas reformas que lleva incluso a que se oculten las bajas ante el riesgo de ser despedido.
En rueda de prensa, el secretario de Salud Laboral de CCOO de Asturias, José Antonio Iglesias, ha señalado que la reforma laboral ha determinado también que se transfiera a las mutuas la potestad de decidir un alta dado que, cuando las aprueban, un facultativo debe denegarla para que no se haga efectiva mientras hasta ahora era el médico el que debía firmarla para llevarla a cabo.
Iglesias ha incidido en que, con la crisis, la prevención de riesgos laborales vuelve a verse como un coste y no como una inversión y ha recordado que en 2012 se registraron en Asturias 32 accidentes diarios en este ámbito y 15 fallecimientos mientras que, en lo que va de año, la cifra de muertos se eleva ya a seis.
En este sentido, su homóloga de UGT, Esther Iglesias, ha señalado que el descenso en las cifras de siniestralidad está directamente ligado al incremento dado que ambos parámetros evolucionan en magnitudes similares a lo que se añade el hecho de que muchos accidentes graves se computan como leves y que estos últimos se ocultan ante las “presiones” de las empresas a los trabajadores.
La dirigente ugetista ha apuntado además que, en el caso de los siniestros mortales, los sindicatos han constatado que sólo se incorporan a las estadísticas los casos en los que el trabajador fallece en las 48 horas posteriores al accidente.
Para el responsable de Acción Sindical de USO, Ángel Suárez, a estas circunstancias se añade además el hecho de que se han reducido las políticas de formación en las empresas a los trabajadores, fundamentalmente para los que tienen contratos temporales.
Así, el perfil del operario siniestrado en Asturias corresponde a un hombre de entre 35 y 39 años que trabaja con un contrato temporal desde hace menos de un años en una empresa del sector industrial con menos de cincuenta empleados.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
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