Dentro de la multinacional francesa Saint-Gobain existe un selecto club donde figuran 81 centros de producción distribuidos por todo el mundo. Es el club de los millonarios, así conocido por acumular un millón de horas de trabajo sin registrar ningún accidente laboral. Es una selección a la que el centro de Saint-Gobain en Avilés, Cristalería Española quiere incorporarse. Ayer, aprovechando la celebración del Día Mundial de la Seguridad Laboral en Saint-Gobain, los directores de las tres divisiones existentes expresaron tal voluntad. La actividad de prevención se reforzará el próximo ejercicio y se baraja un horizonte de tres años para alcanzar ese objetivo.
Tal como expresaron Juan Jesús Somolinos, director de la división de Glass, José Antonio Piqueras, director de la división Auto o Sekurit, y Maurice Lemaille, director de CIDA-BUVE, la cultura de la seguridad no es ajena a su actividad industrial, si bien se quiere subrayar de igual forma que el espíritu de alcanzar la máxima calidad va innata en la propia producción. De esta forma, se quiere responder a las demandas de una sociedad que cada vez exige más seguridad laboral y la reducción de las emisiones contaminantes, otro de los objetivos en los que se quiere trabajar en las tres divisiones.
Las cifras de partida expuestas ayer demuestran la buena situación inicial de la fábrica. En los diez últimos años, CIDA registró dos accidentes con baja laboral. En 2002, contabilizó nueve accidentes sin baja, en 2003 no registró ningún accidente y, hasta el pasado mes de septiembre, había tenido dos accidentes sin baja. Lemaille también aportó el dato sobre el número de primeras curas en el botiquín de la fábrica. El pasado año sólo se contabilizó una (en ese ejercicio, la división recibió el Diamante de Seguridad de Saint-Gobain como reconocimiento) y hasta setiembre de 2004, dos.
El director de Glass mostró su preocupación porque el número de accidentes, tanto sin baja como con ella, se mantiene estable. Y lanzó el reto de reducir en un 70% el número de incidencias. Así, indicó que la mitad de los casos afectan a las manos y son evitables con medidas de precaución que no siempre se adoptan.
José Antonio Piqueras indicó que, entre 2002 y 2003, el número de accidentes sin baja en Sekurit se había reducido de 31 a 12. En accidentes con baja se redujo de 8 a 3. En lo que va ejercicio, hasta el pasado mes de setiembre «las cifras demuestran que seguimos igual de mal».
En esa situación, los tres directivos explicaron la estrategia que se seguirá para reducir la siniestrabilidad laboral. El primer paso es el incremento de la participación, tanto en el personal de la fábrica como en el vinculado a Cristalería. Así, durante la jornada matinal se mantuvo un encuentro específico con personal y responsables de empresas contratadas por Saint-Gobain y que trabajan en el interior de la fábrica avilesina para explicarles esos objetivos.
También se subrayó la necesidad de aumentar la participación del personal de la propia compañía. En sus sucesivas intervenciones, los tres directivos reconocieron la necesidad de contar con más trabajadores entre el público y expresaron su deseo de tener que aumentar el tamaño de la carpa donde se celebró el Día Mundial de la Seguridad el próximo año.
Pero también se planteó una metodología, el proyecto Q-UNE y la disciplina de las cinco eses, para mejorar las condiciones de trabajo de todo el personal. Incentivos al personal, formación continua, un diálogo permanente entre los diferentes niveles y la posibilidad de utilizar las nuevas tecnologías, como la intranet de Saint-Gobain, fueron algunas de las herramientas que Lemaille, Piqueras y Somolinos expusieron ayer. Al final, explicaron que todo se reduce al compromiso personal de cada trabajador para incrementar su seguridad.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
