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Un accidente laboral paralizó ayer la factoría de Aceralia en Gijón. Un trabajador de 39 años, contratado por la empresa Montajes Nervión, sufrió la amputación parcial de una pierna cuando se encontraba en la zona de achatarramiento de las lingoteras de arrabio de los hornos altos.

Fuentes de la empresa explicaron que las causas del suceso aún no se han podido aclarar, y que en estos momentos hay en marcha una investigación abierta por parte de la Inspección de Trabajo y del propio comité de seguridad de Aceralia.

El operario, vecino de Avilés, fue atendido en el lugar de los hechos por los servicios médicos de la empresa, que le practicaron las primeras curas de urgencia. Con posterioridad, el personal sanitario de la ambulancia del SAMU procedió a estabilizar al herido para después trasladarle al Hospital de Cabueñes. Los médicos comprobaron que F. G. había perdido parte de la pierna y que era necesario intervenir para hacer un corte limpio por debajo de la rodilla.

El trabajador avilesino, casado y con dos hijas, también presentaba, como consecuencia del accidente sufrido, una fractura en la pierna izquierda, por encima del tobillo.

Este es el primer accidente laboral de gravedad ocurrido en la empresa en lo que va de año. En 2004, dos obreros perdieron la vida y otros 25 sufrieron accidentes mientras ocupaban sus puestos de trabajo en las acerías de Gijón y Avilés.

La última víctima mortal fue Pedro Álvarez Rodríguez, de 52 años y vecino de Gijón. Alrededor de las cuatro de la madrugada del 4 de octubre del pasado año, este fundidor fallecía de forma fulminante, después de que la tobera que transportaba en su carretilla se le viniera encima y le aplastase el cráneo. La muerte fue instantánea, a decir de los compañeros del fallecido y el médico forense que le atendió.

Sólo seis meses antes, otro trabajador, Héctor Álvarez, que en este caso no pertenecía a la empresa sino a la subcontrata Servicios de Control e Inspección, perdió la vida tras precipitarse al vacío desde el techo de una nave de treinta metros de altura, cuando se dirigía a revisar los conductos que cruzan el tejado de uralita de la construcción. El joven gijonés tenía sólo 33 años.

Fuentes de Aceralia señalaron que la reducción de la siniestralidad es uno de los principales objetivos de la empresa. En 1993, se registraron en las acerías de Gijón y Avilés un total de 337 accidentes frente a los 16 de 2004.

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El Comercio

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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