El colectivo de Enfermería fue contundente al exigir más medidas que contrarresten los cada vez más frecuentes episodios de agresiones que soportan los trabajadores de los centros sanitarios. Además manifestaron su solidaridad con la enfermera del hospital Miguel Servet que sufre politraumatismos, después de que el pasado jueves fuera golpeada por la esposa de un paciente durante la visita médica al enfermo, ingresado en el Servicio de Medicina Interna.
Delegados sindicales de SATSE, UGT y CCOO fueron unánimes al rechazar este tipo de incidentes y que, según aseguraron a este diario, comienzan a ser cada día más habituales, a pesar de que en la mayor parte de los casos, los afectados optan por no denunciarlo ante un juzgado por miedo y por los inacabables trámites burocráticos que se originan.
No ha sido este el caso de la última enfermera agredida, que ha interpuesto una denuncia y ahora se encuentra de baja recuperándose de las heridas sufridas y en un fuerte estado de nerviosismo. La Unidad de Prevención de Riesgos Laborales del hospital Miguel Servet ofreció ayer a la trabajadora su apoyo psicológico, si lo requiere y solicita, así como la asesoría jurídica del Salud que precise para encarar el juicio correspondiente. “Sin duda es mucho más duro denunciar estas situaciones, porque te obliga a una serie de papeleos continuos casi todos los días y no puedes desconectar. Además tienes que repetir una y otra vez lo ocurrido, cuando en el fondo solo deseas olvidarlo y arrancar este episodio de tu vida”, apuntó ayer la enfermera.
Los delegados sanitarios de SATSE, UGT y CCOO instaron a todos los trabajadores que sufran agresiones a que las denuncien y no las oculten. “En ocasiones, se trata de contratados temporalmente que temen perder su trabajo si alertan de estas situaciones”, apuntó Pilar Navaz, desde SATSE. José Miguel Salas, secretario regional de Sanidad de UGT Aragón, denunció que los servicios con una mayor frecuencia de violencia tanto verbal como física son los de Urgencias, de Psiquiatría, por el perfil de los ingresados y donde hace ya tiempo se reivindicó reforzar el número de celadores. “La Administración debería ser más sensible a estos casos de violencia y reactivar el Plan de Prevención contra la Violencia en el lugar de trabajo, aprobado por el Departamento de Salud el año pasado”, insistió Salas.
Fuentes del hospital Miguel Servet declinaron ayer realizar declaraciones y recordar que además de encontrarse en vía judicial, el centro había puesto en marcha el correspondiente protocolo de Riesgos Laborales. El director general de Planificación del Departamento de Salud, Manuel García Encabo, condenó este tipo de actos.
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