Un trabajador del servicio municipal de limpieza, J.M.F., de 37 años de edad, resultó herido de gravedad al ser atropellado por un vehículo en la avenida Luis Rodríguez de Miguel. El siniestro se produjo a las 9.05 horas cuando un vehículo colisionó con la parte trasera del camión de recogida de basuras, donde se encontraba el empleado realizando las labores de carga y descarga de los contenedores de la vía. Como consecuencia de la embestida, el joven sufrió heridas de gravedad en la pierna izquierda que horas más tarde le fue amputada en el Hospital Clínico de Salamanca, hasta donde fue trasladado tras el accidente.
Según los datos aportados por la Policía Local, el conductor del vehículo, vecino de Toro y que resultó herido leve, no se percató de que el camión de recogida de basura estaba parado en la calzada «debido a la falta de visibilidad provocada por los rayos del sol».
Tras la colisión, los vecinos de la avenida que presenciaron el accidente procedieron a alertar a la Policía Local y a la Guardia Civil de Toro que, en primera instancia, avisaron del accidente al centro de salud de Toro. El joven fue atendido en primer lugar por dos médicos del centro sanitario de la ciudad que procedieron a estabilizar al herido, ya que «entró en estado de shock» como consecuencia del atropello y de las graves heridas sufridas en la pierna izquierda.
Siguiendo «criterios médicos», que desecharon el traslado del herido a un centro sanitario en una ambulancia convencional, se requirió la presencia de una UVI medicalizada que tuvo que trasladarse desde la capital y que, en el lugar del siniestro, avisó a un helicóptero del Sacyl para el traslado del trabajador a la unidad de cirugía vascular del Hospital Clínico de Salamanca.
A pesar del amplio despliegue sanitario, testigos presenciales del accidente criticaron públicamente la «falta de coordinación» y la excesiva tardanza de la ambulancia medicalizada que se trasladó desde la capital. De hecho, estos testigos fueron los primeros en auxiliar al herido al que cubrieron con mantas y le colocaron una almohada bajo la nuca, a la espera de que se personaran los médicos.
Además, los vecinos mostraron abiertamente su malestar por que ninguna de las tres ambulancias que operan en Toro se encontraba en el momento del accidente en la ciudad. Ante las quejas vertidas por los vecinos que presenciaron el accidente, fuentes oficiales han confirmado que la Policía Local recibió el aviso a las 9.05 horas y diez minutos más tarde se personó el equipo médico del centro de salud de la ciudad. Sin embargo, la ambulancia medicalizada procedente de la capital tardó entre 40 y 45 minutos en llegar al lugar del accidente, mientras que el helicóptero tardó media hora en desplazarse desde Salamanca para proceder al traslado definitivo del herido.
Las críticas vertidas por los testigos del accidente han reabierto una antigua reivindicación del Consejo Local de Salud. En este sentido, Amador Herrero, secretario de organización de UGT, recordó que en varias reuniones del Consejo Local de Salud «hemos protestado por la falta de ambulancias y hemos exigido que haya un vehículo permanente en el centro de salud de Toro porque ocurre un accidente como éste y estamos desarmados».
Precisamente, el pasado martes, los concejales de las áreas de Policía Local, Protección Civil y Bomberos de Toro analizaron la precariedad del servicio de ambulancias en la ciudad. De hecho, en un informe elaborado por la Policía Local se detalla cómo en numerosas ocasiones «tenemos que trasladar en el vehículo de la Policía Local heridos que se encuentran en la vía pública, aunque cuando el accidente es grave no podemos asumir riesgos». Ante esta situación, el Ayuntamiento ha solicitado a la Junta una ambulancia medicalizada que cubriría las emergencias médicas de Toro y de la comarca.
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