La caída de un albañil de 23 años desde siete metros de altura en un edificio en construcción de Alicante, que se saldó con heridas de pronóstico “grave vital”, elevó a cinco los accidentes laborales ocurridos este lunes en al provincia en menos de cuatro horas.
El joven, que trabaja en una empresa de Orihuela subcontratada por la promotora de las viviendas, se precipitó al vacío a través de un hueco practicado en el suelo para canalizar conducciones de agua y electricidad al ceder la tabla que lo cubría.
Este accidente se produjo sobre las 16.30 horas y al edificio, situado frente a un centro comercial en la Gran Vía de Alicante, acudió una unidad del SAMU, que trasladó al herido con un fuerte traumatismo craneoencefálico y otras lesiones de carácter “grave vital” hasta el Hospital General de la ciudad.
A lo largo del día, otras cuatro personas resultaron heridas en otros tantos accidentes laborales, ocurridos en Alcoi, Elche, Pilar de la Horadada y Dénia.
En la capital de L,Alcoiá, a las 12.15 horas, un hombre de 35 años, empleado en unas obras de un centro comercial, cayó desde una escalera a unos 2,5 metros de altura, y sufrió una luxación en el hombro, por lo que fue atendido por los médicos con pronóstico “menos grave”, según las mismas fuentes.
En Elche, otro varón de 68 años se cayó de una palmera y sufrió conmoción cerebral y una herida en el cuero cabelludo, mientras que en Dénia un obrero de 21 años se precipitó al suelo a las 13.15 horas cuando trabajaba en un encofrado en el casco urbano de esta ciudad, resultando herido leve.
En Pilar de la Horadada, un operario de la construcción de 41 años de edad resultó herido menos grave al caerle una viga encima.
Según informaron fuentes del Servicio de Atención Médica Urgente de la Generalitat Valenciana (SAMU), el citado accidente se produjo poco después de las 13.00 horas de hoy, por causas que no han trascendido.
Tras conocer los datos, el delegado de Salud Laboral de la Federación de Construcción de CCOO en el País Valenciá, Francisco Velasco, criticó la “falta de voluntad empresarial para reducir la siniestralidad en la edificación” y la de inversión en los elementos de seguridad en las obras.
”No reaccionan con todo lo que esta ocurriendo y no se planifica la seguridad”, dijo en alusión a los empresarios de la construcción, aunque admitió que “no es justo criminalizar a todo el sector”.
En su opinión, “hay que tirar de las orejas a los coordinadores de seguridad en las obras porque se usan restos de madera y encofrado como elementos de protección”, cuando este tipo de problemas se puede solucionar en la fase de estructura de cada edificio.
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