Julián, un ex empleado de la empresa Fibrocementos de Levante, de San Vicente del Raspeig, donde se detectó hace tres años un brote de asbestosis pulmonar (enfermedad profesional que se contrae por la inhalación de fibras del mineral amianto y que desarrolla en ocasiones cáncer de pulmón, de laringe y mesotelioma pleural), se ha convertido en la octava víctima de esta enfermedad en los dos últimos años.
Julián, que contaba con 71 años, llevaba 15 años de baja laboral por incapacidad permanente causada por los efectos de la aspiración del mineral empleado como materia prima en la fabricación de tubos de Uralita y que ha sido eliminado ya de la planta. La empresa alicantina del Grupo Uralita se ha adelantado en la sustitución de la materia prima al veto que ha impuesto el Gobierno de la UE al uso de amianto con fecha tope en el año 2005. Julián, que padecía un mesotelima pleural, un raro cáncer que afecta al pulmón y que sólo se contrae por aspiración de fibras de amianto, falleció el pasado jueves.
El amianto, un material barato y de excelentes cualidades para la industria, resistente al fuego y a la corrosión, encontró aplicación en más de 3.000 productos distintos. Está presente en los frenos del automóvil, en la tabla de planchar, en los secadores de pelo y hasta en las cañerías de agua o de gas. Incluso en los techos.
La fábrica de Fibrocementos ha acaparado la atención informativa durante los últimos meses al conocerse que un juez de San Vicente abrió diligencias para investigar un brote de asbestosis pulmonar que afecta, según la calificación que hizo el fiscal de asuntos laborales, a 60 trabajadores o extrabajadores de esa factoría.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
