«Se levantaba todos los días a las cuatro de la mañana para venir a la obra y nos contaba que tenía mucho sueño». Manuel Martín, un trabajador de la construcción, rememoraba uno de los únicos recuerdos que guarda de Noreddine Gherib, el peón argelino de 27 años cuyo cadáver yacía a mediodía de ayer bajo una sábana junto a la fachada de una las dos torres de Mariturri, donde perdió la vida. En la obra le conocían por Nuno. Ni Manuel ni los compañeros que, desde hace dos semanas, compartían coche con Gherib para viajar desde Bilbao, donde «residía», sabían su nombre.
Tampoco presenciaron el fatal accidente, el cuarto en lo que va de año en Álava que provoca la muerte de un trabajador. Alrededor de las 13.10 horas de ayer, los empleados de una obra cercana oyeron un grito cuando ya se marchaban a comer. Poco después, alguien encontró el cuerpo de Gherib estrellado contra el suelo, junto a una de las fachadas laterales del edificio donde trabajaba, una torre de nueve plantas situada en la calle Bremen, una nueva vía urbana que comunica la Avenida de los Huetos con Zabalgana.
El joven había estado toda la mañana limpiando escombro en la quinta planta del inmueble, cuya construcción estaba prácticamente acabada. Noreddine colocaba el material retirado en un andamio auto-elevador. Al parecer, cayó de esa plataforma desde una altura de cinco pisos, según las primeras investigaciones practicadas por el Instituto Vasco de Salud Laboral, Osalan. «Normalmente, él era el primero en irse a comer. Hoy le hemos echado en falta pero no pensamos en ningún momento que le hubiera pasado algo», se lamentó Jesús Morato al enterarse de la tragedia.
Los sanitarios desplazados al lugar tan sólo pudieron confirmar el fallecimiento del peón. Trabajaba para la empresa vizcaína Cerramientos de Gran Formato, que había sido subcontratada por FCC para hacer determinadas tareas en esa obra.
El responsable de la Federación de la Construcción de Comisiones Obreras, Juan Luis España, reveló ayer que faltaba «un tramo» en la barandilla de protección del andamio desde donde cayó el joven argelino. «Todavía no se sabe si fue derribado por el cuerpo de la víctima o si no lo tenía de antemano», comentó a este diario.
«Es pronto para hablar de causas pero lo que sí sabemos es que, en este sector, casi siempre sufren accidentes trabajadores extranjeros de subcontratas. Es decir, la parte más débil del sistema productivo», indicó España, cuyo sindicato prevé realizar el lunes una concentración de protesta.
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