La aparición de un cuarto caso de leucemia infantil en el colegio García Quintana ha provocado aún mayor preocupación y desasosiego entre los padres de los 450 escolares allí estudian. Los progenitores han solicitado una revisión médica exhaustiva para todos los escolares. Además, el abogado de los padres afectados ha solicitado al Juzgado de Instrucción número 2 el cese inmediato de la actividad de las antenas de la calle López Gómez, situadas junto al centro educativo público.
Carlos Castro, abogado de los padres, explicó la iniciativa adoptada tras conocer la noticia de este cuarto caso: «No podemos consentir que el proceso judicial se dilate y, en consecuencia, he solicitado al Juzgado ante las nuevas circunstancias que cese la actividad de las emisiones de radiofrecuencia porque no es tolerable que siendo los campos electromagnéticos la única causa conocida de riesgo de aparición de esta enfermedad sigan funcionando las antenas junto al colegio».
El representante legal de los padres del colegio público García Quintana consideró también conveniente el «precintado» de las instalaciones ante la gravedad de los acontecimientos. Los padres nunca se habían creído las explicaciones de la Administración regional sobre la «casualidad» entre los casos de leucemia y las emisiones de las cinco antenas de telefonía situadas en el edificio más alto del centro de la capital castellano-leonesa, pero ahora cuestionan todo el informe que elaboró la Consejería de Sanidad y Bienestar Social.
Según el estudio realizado por Junta de Castilla y León «no se puede deducir que los tres casos de cáncer hayan sido provocados por las emisiones radioeléctricas». Este argumento es el mismo que manejan las operadoras propietarias de las polémicas instalaciones.
Un nuevo estudio
Francisco Izquierdo, portavoz de la comisión de padres, solicitó a la Junta la confección de un nuevo estudio imparcial que contemple todas las circunstancias en torno a la nocividad de las antenas porque «ahora es evidente que hay una causa-efecto entre las antenas y la enfermedad de los niños». Además, «solicitamos al Ministerio de Sanidad un chequeo personal y minucioso de los 450 escolares del colegio para evitar sustos como el que hemos tenido en las últimas horas».
El cuarto caso de cáncer lo padece un niño de 6 años del primer curso de Primaria. Su patología fue diagnosticada en un primer momento por una pediatra del hospital de Medina del Campo a cuyo servicio de urgencias acudieron los padres que disfrutaban de las vacaciones navideñas en esa comarca vallisoletana. Posteriormente, el niño fue trasladado al hospital Clínico Universitario de Valladolid donde los facultativos del departamento de Oncología ratificaron el primer diagnóstico.
Desolación y angustia
«Después de la feliz noticia que recibíamos el pasado viernes hoy estamos más desolados que nunca», declaró Francisco Izquierdo, en referencia al auto del Juzgado, conocido la semana pasada, que obliga al cese de la actividad en el plazo de una semana y el desmantelamiento de las estructuras de cinco antes. «Con la salud no se puede jugar y los políticos tienen que convencerse de que en este asunto deben actuar guiados por el principio de precaución y evitar cualquier tipo de riesgos», subrayó el portavoz de los padres. Aunque los familiares de los niños del colegio garcía Quintana han desconvocado las manifestaciones y medidas de protesta, continuará activa la comisión de seguimiento mientras funcionen las antenas.
No volverán al colegio
Algunos padres anunciaron, a título personal, que después de la festividad de los Reyes no llevarán a sus hijos al colegio ante el temor y angustia que padecen con motivo de los posibles efectos perniciosos de las antenas de telecomunicaciones. El Ayuntamiento de Valladolid ha presentado un recurso contra la resolución judicial porque implica responsabilidades penales para los funcionarios municipales. Sin embargo, el alcalde , Javier León de la Riva, expresó su satisfacción porque el auto judicial puede contribuir a serenar los ánimos de la comunidad escolar.
La consejera de Medio Ambiente, Silvia Clemente, señaló que en este asunto la Junta de Castilla y León ha actuado con el máximo grado de rigor y la mayor atención posible al elaborar una normativa con carácter retroactivo que contempla la emisión de las antenas como «actividad clasificada».
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