En los centros de Primaria y, sobre todo, en los de Secundaria de Granada, Pinos Puente, Albolote, Almuñécar, Padul o Salobreña se han registrado a lo largo del curso pasado casos de agresiones físicas, amenazas o conductas intimidatorias a sus enseñantes.
Una radiografía de esta difícil convivencia la proporcionan las actas de la Junta de Personal Docente de la Delegación de Educación de Granada. Los sindicatos de enseñanza reclaman a la Administración andaluza que deje de inhibirse ante un problema que el enseñante sufre, en la mayoría de las ocasiones, en silencio.
“La existencia de la violencia en las aulas -para el vicepresidente de la Asociación de Profesores de Instituto de Andalucía (APIA), Javier Derrac- no es más que un efecto colateral de la degradación que afecta a la enseñanza pública desde hace decenios”.
Para la CGT la convivencia escolar se facilitaría “al reducir la ratio actual; disponer de más horas lectivas para la atención de tutorías; trabajar con el apoyo de otros profesionales; disponer de más profesorado que atienda la diversidad; modificar los métodos pedagógicos; lograr la implicación de las familias”, tal y como desglosa la secretaria general del sindicato de enseñanza de la CGT, Montserrat Toral.
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