Tarragona La explosión que destruyó el 21 de septiembre la planta de fertilizantes AZF en Toulouse (Francia) ha desencadenado peticiones de que se revisen aspectos del Plan de Seguridad Exterior de la Química de Tarragona (Plaseqta) y se incluyan alternativas al confinamiento en caso de accidente en el polígono petroquímico. El alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal (CiU), defendió ayer el mantenimiento de esta medida y rechazó la evacuación porque “a un escape tóxico se responde encerrándose”.
Sin embargo, el movimiento vecinal y entidades ecologistas, como Mediterrània, cuestionan esta opción al considerar que si una deflagración hace saltar cristales y ventanas no será posible protegerse de una nube venenosa. Xavier Sabaté, portavoz del grupo municipal del PSC, matizó que “han de ser los técnicos los que se definan, pero en principio no debe descartarse nada”. Sobre la posibilidad de distribuir máscaras antigás en las viviendas más cercanas a las industrias, Nadal se limitó a comentar que se hará “lo que recomienden los expertos”.
El PSC ya ha propuesto reducir al mínimo las subcontractaciones en las empresas, mejorar la información ciudadana, realizar simulacros de emergencia más a menudo y replantearse el sistema de avisos por megafonía ya que “las sirenas quedaron inutilizadas en Toulouse por la onda expansiva”. Mientras el alcalde Nadal defiende que se sigan construyendo pisos junto al polígono, la oposición municipal lo rechaza.
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