Dos médicos pediatras, que se pegaron con puños y patadas debido a la tensión sufrida por la sobrecarga de trabajo en el servicio, han sido absueltos del delito de lesiones del que habían sido acusados por el Ministerio Fiscal.
El Juzgado de lo Penal número 2 declara probado el 14 de octubre de 1999, ambos doctores, adscritos al servicio de Pediatría de la Residencia Cantabria de Santander, se agredieron mutuamente con puños y patadas debido a la sobrecarga de trabajo. El juez subraya que este exceso de trabajo «les nubló el entendimiento».
La sentencia destaca en sus fundamentos jurídicos que existe suficiente jurisprudencia aceptando que es suficiente el trastorno de origen meramente psíquico, pero siempre que concurran en el caso fenómenos que determinen la perturbación de la razón humana.
Indica que en este caso, la sobrecarga de trabajo puso a los médicos acusados en un estado de tensión y crispación que terminó por traducirse en un «acometimiento mutuo, fruto de la anulación de sus capacidades intelectivas y volitivas».
Destaca sin embargo el juez que, «pasado el trastorno, ambos médicos se reconciliaron e incluso su amistad se ha hecho más estrecha», renunciando a toda acción penal e indemnización de carácter civil por lo que les absuelve del delito de lesiones del que eran acusados.
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