Así, el 31% de las 470 personas que fallecieron en accidente laboral en la carretera eran personal vinculado al transporte, mientras que el 61% restante se produjo en lo que se denomina “in itenere”, esto es, en desplazamientos desde o hacia el lugar de trabajo.
Pere Navarro realizó durante su comparecencia un llamamiento para que las empresas se impliquen a través de sus planes de prevención de riesgos laborales en la lucha contra la mortalidad en la carretera, con la incorporación de la seguridad vial a los planes de formación continua del personal.
El director de Tráfico aseguró que no se ve capaz de obligar, “sino de convencer” a todos los sectores en un proyecto que calificó como “de largo recorrido”.
Navarro aseguró asimismo que “hay que implicar a empresas, sindicatos y trabajadores”, así como a las administraciones públicas y a la fiscalía, ya que la responsabilidad es compartida por todos.
Todos los grupos parlamentarios apoyaron la idea de Pere Navarro, aunque el portavoz de CiU en la Comisión, Jordi Jané, exigió a la Dirección General de Tráfico que dé ejemplo y aplique esa formación continua a los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, cuyos ratios de mortalidad están muy por encima de los de sus compañeros de cuerpo.
La mayoría de los accidentes referidos ayer por Pere Navarro los sufren turismos, en trayectos cortos, y el sueño y el sopor son el origen de muchos de ellos.
Los hombres, sobre todo jóvenes, son en este caso las principales víctimas de los accidentes laborales de tráfico. Los conductores de camiones protagonizan un tercio de los sucesos.
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