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Su experiencia de trece años en el campo de la higiene industrial ha quedado reflejada en el libro Higiene Industrial Aplicada, con el que Manuel Jesús Falagán afronta el reto de compartir un ámbito que, hasta el momento, siempre ha quedado en un segundo plano. El ejemplar fue presentado recientemente en Asturias.

-¿Por qué un libro de estas características?

-Este proyecto surge por dos razones. Primero, porque todo lo que aborda la higiene industrial está referido a enfermedades profesionales y a la prevención de las mismas. Hasta ahora parecía que la seguridad era tan sólo el accidente de trabajo y que la enfermedad profesional no era tan importante, por eso de que aparece tiempo después. Además se daba el hecho de que la bibliografía en castellano era bastante escasa y que se quedaba atrás respecto a la aprobación de la nueva Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

-¿Qué supone esta nueva normativa?

-Esta ley denota ya ese cambio, puesto que ya abarca cuatro disciplinas. Contempla lo que un poco es la prevención en general, pero desde cuatro áreas, una de las cuales es la higiene industrial.

-¿Cuál es el momento de su implantación?

-El nivel de implantación es todavía escaso. Lo que sí es cierto es que, tras implantar este servicio, se han multiplicado las solicitudes fijadas por la higiene, y de una forma más creciente de lo que puede ser la seguridad, que ésta ya estaba establecida, aunque no con muchos medios.

-Las enfermedades profesionales, estadísticamente, representan un número pequeño.

-Las enfermedades profesionales, según datos de 1978, eran un caso entre mil accidentes de trabajo, porque dichas enfermedades se encaminaba hacia los accidentes. Era algo oculto. Hoy se trata de abordar ese tema mejor, porque son dos cosas vinculadas, pero distintas.

-Los empresarios siempre han sido reacciones a gastar…

-Y más en la higiene, porque supone un gasto mayor, ya que implica medir, cuantificar… Un gasto que puede ser muy elevado y que puede implicar, por ejemplo, la realización de hasta treinta determinaciones para tener un juicio de valor objetivo.

-¿Y asumen esta posición?

-Están empezando, al menos las grandes empresas. Las pequeñas, por el contrario, no tienen el conocimiento, cuentan con menos medios, pero también con menos problemas. En las grandes sí existe una cultura establecida, incluso con sistema de prevención. La higiene industrial, al igual que la seguridad, es un problema cultural. Una vez educada la gente, la situación, sin duda, cambiará.

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El Comercio

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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