El tema de la siniestralidad laboral en el sector de la construcción es, además de escandaloso, preocupante para los técnicos de prevención, y sobre todo, para los trabajadores y familiares afectados.
Aparte de los números, que siempre son escandalosos, hay que tener en cuenta las causas de los accidentes y procurar erradicarlos. Esto es aplicable a todos los sectores y a todas las profesiones, pero cobra una especial importancia en el mundo o “submundo”, por mejor decir, de la construcción; por muchos motivos, pero sobre todo por los intereses económicos creados. No quiero decir que un accidente sea beneficioso para nadie, pero si es verdad que, si muere un trabajador, para el presidente de una compañía esa muerte se convierte en un suceso (si llega a conocer la ocurrencia del mismo) que pasa a formar parte del frío mundo de la estadística y de los números.
En el sector de la construcción se dan varias circunstancias, factores,convivencia de un gran elenco de profesionales y empresarios que hacen que la solución a la siniestralidad se haga difícil, cuando no imposible. Pero también se dan un sin fin de personas con muy distintas costumbres y hábitos perjudiciales que son muy difíciles de eliminar.
Entre otras causas, me atrevo a destacar las siguientes como las más importantes y que a continuación enumero para luego analizarlas:
• Entorno social de los trabajadores, hábitos y costumbres.
• Trabajo a destajo.
• Subcontratas que realizan su trabajo en un entorno compartido con oficios y profesionales totalmente desconocidos.
• Incomodidad de las medidas de seguridad y protectores individuales.
• Grandes empresarios.
A estas causas, seguramente habrá que añadir muchas más, pero vamos acentrarnos en analizar las que aparecen de forma más determinante.
Entorno social de los trabajadores, hábitos y costumbres.
Alcohol y trabajo: Es bien conocida la afición que los trabajadores de laconstrucción tienen a las copas de la mañana, para calentar el cuerpo: “una copita de brandy, o de anisete o de orujo”. Hay veces que no la antecede ni un solo café, sino que se toma con el estómago vacío. Para calentar el cuerpo en invierno, y para no perder la costumbre en verano. Y a veces se toman dos “por acompañar a la primera para que no se sienta sola”, y también se justifica la 3ª porque “si discuten las dos primeras alguien las tiene que separar”. Argumentos nunca faltan.También se conoce la afición al vino durante el bocadillo y la comida; y la copa de la sobremesa, que no falte.
Qué duda cabe, que la costumbre es difícil de erradicar, tanto en los hábitos personales anteriores a la jornada de trabajo, como en la negativa del uso de EPI’s. Estas costumbres son muy personales, y en muchos casos no se trata solamente de un hábito, sino de una enfermedad.
Qué duda cabe que, aunque no sea nunca partidario de localizar las causas de los accidentes en los trabajadores, hay veces que se hace indiscutible que el trabajador tiene responsabilidad en la ocurrencia de los mismos.
¿Cómo cambiar un hábito como éste? ¿Qué hacer ante situaciones de personasque acceden a su trabajo bebidos? He oído a alguien comentar que algúntécnico hacía pruebas de alcoholemia en la entrada a las obras. Pero siempre hay que tener en cuenta que la producción es la que nos alimenta.
Trabajo a destajo.
Dentro del oficio de albañil, están los contratados a sueldo fijo, y también las cuadrillas que se ofrecen en las obras a pistoleros sin escrúpulos. Estas cuadrillas suelen trabajar a destajo por metros cuadrados de trabajo realizado.
Esta circunstancia es normal, y en principio no tiene porque afectar a laaccidentalidad, pero ocurre que este trabajo es muy motivador, porque en lugar de ganar a fin de mes 900 euros, que sería un sueldo normal en un peón de albañil, se ganan 1500 euros. Algo muy normal y legítimo. Pero para llegar a esas cuotas de producción los equipos de protección son molestos. Es incómodo moverse en un andamio enganchado cuando te tienes que cruzar de lado a lado, seamos realistas, dos trabajadores en un andamio que se tiene que entrecruzar, acaban enrollados, en el buen sentido de la palabra. Seamos realistas, no es compatible el uso de este equipo con el desempeño del trabajo.
Subcontratas que realizan su trabajo en un entorno compartido con oficios y profesionales totalmente desconocidos.
Si subimos un peldaño más en la escala económica, nos encontramos a lospequeños empresarios, subcontratas y pistoleros que no se preocupan muchode la seguridad laboral de los trabajadores, si es que los tienen contratados legalmente, puesto que en muchos casos, sobre todo en el de los inmigrantes, la ilegalidad es algo asiduo.
En estos casos, es muy difícil que un trabajador disponga de los equipos de protección adecuados, de la información y de la formación en materia deprevención que les sean necesarios, y sobre todo, es difícil que dispongan de una cultura preventiva que les haga interesarse por los trabajadores de los que disponen.
Si esto es difícil, cuanto menos lo será el plantear la coordinación empresarial, que en muchos casos se convierte, si existe, en plenos formulismos, y no sólo en la construcción.
En este mundo o submundo ¿quién asume la responsabilidad de parar untrabajo, o de dar una orden a alguien que no depende directamente de mí, sino de otra contrata? ¿Quién ordena a un trabajador que use casco de seguridad, o calzado, o guantes o arnés?
Incomodidad de los EPI’s.
Todos conocemos la incomodidad que se le atribuye a los EPI’s, y es cierto que en muchos casos son incómodos o poco ergonómicos. En verano, el uso de un casco que no transpira es poco probable que se use, y en invierno, prácticamente igual.
Si hablamos del arnés ya he comentado que en un trabajo donde se tienen que entrecruzar varias personas no es práctico. El calzado de seguridad si lo suelen utilizar, por temor a los clavos en las maderas.
Espero que los fabricantes de estos equipos tengan en cuenta la adaptación a la persona que los usa. Que la tienen, pero hay mucho que mejorar en este sentido. Porque, ¿no hay materiales más cómodos?, ¿no hay cascos que transpiren?
Dadas las dificultades con las que nos encontramos en la utilización de los equipos individuales, la solución en estos momentos está sobretodo en las protecciones colectivas. Sistemas de redes, vallas protectoras de huecos, andamiajes más seguros, etc. Esto siempre será mejor garante de la seguridad que las individuales, de las que tampoco podemos prescindir.
Grandes empresarios.
Los grandes empresarios viven en el cielo. Aquí no hay discusión, lo que se espera es el resultado, el beneficio y la entrega de la vivienda en el menor plazo posible. Se contrata a subcontratas, se incentiva el trabajo a destajo, se incentivan las horas, etc.
Si muere alguien, se sustituye, no se conoce ni el nombre de quien muere, no se producen retrasos en la obra porque normalmente son subcontratas, y el resultado de esa muerte, como mucho, es un aumento de la cuota de la mutua, y de la indemnización por el accidente se encarga el seguro de responsabilidad civil. Luego, lo que importa es que el producto salga adelante y lo antes posible.
Que le digan a Florentino Pérez, por citar a alguien conocido, que ha muerto un hombre en la obra tal y que ni tan siquiera pertenecía a su empresa. Y no es que sean insensibles; es que su objetivo es sacar el máximo beneficio en el menor tiempo posible. Lo demás irá a cargo de la conciencia, que no digo que no la tengan, pero es fácil que la tengan en formato numérico y de cuenta bancaria.
El caso es que ya se conocen los resultados de la siniestralidad en los primeros meses de 5 años, y llevamos una media de 100 muertes por mes. Ya digo que las estadísticas dan una información muy pobre y son muy frías, y no dicen nada de quién ha muerto. Son eficaces porque dicen como está la situación y la situación no es muy alentadora.
Es cierto, que todo se puede evitar, el problema está en encontrar la respuesta a las siguientes preguntas: ¿quién debe aportar la solución? ¿cómo aportarla? El cuándo se hace evidente en el ya.
Para mí, la solución está en evitar la precariedad laboral y sobretodo en la contratación. La solución la debe aportar el Gobierno. Me explico. Ya he dicho que el trabajador, el currante, si puede llevarse 300 en lugar de 200, se los llevará, pero también es verdad que si el currante en lugar de cobrar 150 como indefinido cobrase 250: el currante preferiría asegurarse la contratación que no ganar mucho más como trabajador a destajo. Esto no es interesante para las grandes empresas, para las que si no tiene trabajadores que se la juegan a diario en plantilla mejor que mejor. Se olvidan de contratar a listillos, vagos y perezosos, que les protestan, que les dan problemas etc. No sé si es tanto un tema de abaratamiento de costes como de quitarse problemas de encima y punto. Yo te subcontrato y si no cumples con los objetivos te sustituyo rápido.
¿No sería mejor que el gran empresario no ganase tanto? No digo que no ganase, sino que el beneficio sea menos abultado a favor de la persona que se lo proporciona. Sé que también está el tema de la competencia y de la oferta y la demanda, pero para esto está el gobierno y la legislación.Pienso, que mientras se prime más el beneficio económico que el mirar por la vida del trabajador que nos lo proporciona, la Prevención en todos los sectores funcionará como hasta ahora, a base de cobrarse muertes, de inspecciones que sancionen pero que no solucionan, etc.
La única solución que veo factible es la del beneficio o la del coste económico; las empresas no ven lo costoso de los accidentes porque son muy difíciles de cuantificar, y si ven las facturas de los equipos y de las medidas de prevención.
Espero, que la cultura preventiva tome en pocos años vigencia y que sea más respetada la vida de las personas que el beneficio que nos aportan. Es cierto que se han realizado muchos logros y que se está avanzando, pero también es cierto que a las grandes empresas no les interesa, y que a los mismos trabajadores tampoco les entra en la cabeza.
La cultura preventiva debe empezar por el empresario y acabar en el trabajador, pero debe pasar por la educación en la que tiene mucha responsabilidad el Gobierno.
Sin ser ingenuo, tanto las empresas como los trabajadores buscamos ganarcuanto más mejor. Aquí tendríamos que pasar a disgregar el tema de losbeneficios que un buen sistema de gestión aportaría a la empresa.
Sin mas un saludo a todos.
José María Martín – Técnico en Prevención de Riesgos
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