Desde principios de los años 80 viene funcionando en EEUU un Programa Voluntario de Prevención (VPP) que promueve el compromiso de empresarios y trabajadores para la implantación de sistemas de gestión de la prevención de riesgos laborales en la empresa. A cambio de ello, obtienen un apoyo especial y un reconocimiento formal por parte de la administración norteamericana. Los resultados, tras 25 años de experiencia, son alentadores.

Desde el momento en que una empresa decide adscribirse a un Programa VPP, se establece una relación de cooperación entre empresarios, trabajadores y la administración para implantar un conjunto de criterios de gestión de la prevención establecidos en dicho programa. Posteriormente, en función de los logros obtenidos, se accede al reconocimiento oficial de la Inspección de Trabajo (OSHA). Los Programas VPP tienen su base legal en la Ley de Seguridad y Salud Laboral de 1970, que manifiesta la intención del Congreso de los EEUU de “apoyar los esfuerzos de trabajadores y empresarios para reducir los riesgos laborales en sus centros de trabajo, estimulando a empresarios y trabajadores a establecer o perfeccionar los programas de prevención de riesgos laborales existentes.”

Las verificaciones de la OSHA incluyen un riguroso examen de las empresas adscritas al programa y una evaluación del funcionamiento del sistema de gestión de la prevención, realizados por un equipo de expertos de la agencia. Tras la evaluación, la OSHA clasifica a las empresas en tres categorías de cumplimiento, el máximo de los cuales es un diploma de reconocimiento a los centros de trabajo que abordan de una manera ejemplar la prevención de riesgos. A partir de ese momento, los centros de trabajo deben presentar evaluaciones anuales y someterse a reevaluaciones in situ para poder permanecer en el programa.

Mejoras en salud y seguridad y beneficios empresariales

La evidencia estadística del éxito del programa es rotunda. Las pérdidas de jornadas de trabajo en los centros VPP es de un 52% menor que las del conjunto de empresas de su ramo. La reducción de lesiones y enfermedades comienza inmediatamente desde el momento en que el centro de trabajo se compromete a cumplir con las normas del programa y los criterios de aplicación, lo cual provoca un descenso en las primas de indemnización y en otros costes. Sectores enteros de la industria se benefician cuando los centros VPP se convierten en modelos de excelencia e influyen a los demás centros de su rama industrial.

Por otra parte la OSHA ha constituido un grupo consultivo, la Asociación de Participantes en el Programa Voluntario de Protección, con el que trabaja en estrecha colaboración para la planificación, el desarrollo y la aplicación de las políticas de seguridad y salud. Dicha asociación asesora a diferentes grupos activos e informa a los agentes sociales sobre las nuevas normativas y la política de la agencia, además de informar al Congreso de los EEUU sobre el desarrollo reglamentario y legislativo en materia de salud y seguridad en el trabajo.

En 1994 se puso en marcha un programa de tutorías por el que un centro VPP con calificación de excelencia apadrina a otro con vistas a integrarlo en el programa. El centro tutor asesora al candidato en la mejora su sistema de gestión de la prevención y ayuda a la preparación de empresarios y trabajadores para participar en el programa.

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Agustín González – Revista Por Experiencia – ISTAS

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Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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