El formaldehído, una sustancia química producida a gran escala en el mundo y utilizada por distintas industrias como conservante y desinfectante, ha sido clasificada como cancerígeno por los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un grupo de 26 científicos de 10 países, reunidos en la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), tras evaluar el conocimiento científico existente, ha concluido que existe evidencia suficiente para considerar que “el formaldehído provoca cáncer rinofaríngeo en el hombre”.

Esta sustancia había sido ya considerada como cancerígeno probable para el ser humano. Pero, al cabo de una nueva evaluación, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la OMS, con sede en Lyon (Francia), concluyó que su cancerogenicidad no plantea dudas.

El doctor Peter Boyle de la Agencia Internacional IARC, ha informado de que además de la evidencia incuestionable sobre la capacidad del formaldehído de provocar cáncer nasofaríngeo, una variedad poco común de cáncer detectada en países industrializados, el grupo de científicos ha señalado que existen evidencias limitadas de que el formaldehído puede provocar también cáncer nasal y leucemia, campos en los que aún es necesario investigar exhaustivamente.

Ya se conocían otros efectos del formaldehído como su poder irritativo y sensibilizante. Las exposiciones agudas son muy irritantes para los ojos, la nariz y la garganta y pueden causar tos y dificultar la respiración. Las exposiciones subsecuentes pueden causar reacciones alérgicas severas de la piel, los ojos y el tracto respiratorio. La ingestión de formaldehído puede ser mortal, y la exposición a largo plazo de niveles bajos en el aire o en la piel puede causar problemas respiratorios similares al asma e irritaciones de la piel como dermatitis y picores.

Amplio uso del formaldehído en la industria

Esta sustancia química se produce en gran escala y tiene un amplio uso a nivel mundial. Se utiliza en la producción de resinas y adhesivos para la madera, la pulpa, el papel, lana de vidrio y lana de roca. También se utiliza en la producción de revestimientos plásticos en acabados textiles, en la fabricación de sustancias químicas industriales. En sanidad y en laboratorios se utiliza como desinfectante y conservante (formol). Asimismo se utiliza en la fabricación industrial de sustancias químicas y también hay exposiciones en tratamientos de acabados de textiles, como son las sedas artificiales. Es un aditivo en muchos productos.

Están especialmente expuestos a esta sustancia los empleados de servicios funerarios, maestros y estudiantes que manipulan elementos biológicos conservados en formaldehído o formol. En las oficinas y otros ambientes cerrados se producen exposiciones por los desprendimientos de muebles y materiales de construcción y es un componente del humo del tabaco. Se utiliza también en los laboratorios fotográficos. Hay fuentes externas que generan formaldehído, como las centrales productoras de energía, incineradoras, y la combustión de los automóviles. Los usos en la agricultura son menores.

Se estima que más de un millón de trabajadores europeos se encuentran expuestos al formaldehído. En España el número de trabajadores expuestos se aproxima a los cien mil. Algunos colectivos sufren una alta exposición a corto plazo, como los embalsamadores y los trabajadores de la industria del papel.

En España aunque la sustancia tiene establecido un valor límite de exposición laboral (VLA-EC: 0,3 ppm o 0,37 mg/m3) debería exigirse su completa eliminación una vez reconocido su poder cancerígeno.

La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) es un centro de la OMS con sede en Lyon (Francia) que publica periódicamente una serie de monográficos informativos sobre la carcinogenicidad de diversos agentes químicos, sus mezclas y exposición. Dichos monográficos son realizados por expertos internacionales que realizan sus evaluaciones de forma independiente. Desde el comienzo de estas publicaciones en 1972 se ha renovado la información y clasificación de más de 880 agentes químicos y los monográficos de la IARC son altamente valorados por la precisión, fiabilidad e integridad de su información. Para más detalles sobre criterios de evaluación se puede consultar el sitio web http://monographs.iarc.fr/.

La exposición al formaldehído afecta a la casa real

En Junio de 1993 la prensa se hizo eco de una noticia según la cual el formol había obligado a cerrar una exposición sobre el Centenario de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en la Casa de la Moneda en Madrid inaugurada con la presencia del Rey Juan Carlos. Un periodista que asistió a la inauguración señaló que el olor era horrible y que tuvo que salirse del acto porque no le paraban de llorar los ojos y recuerda que el Rey también estaba con los ojos y la piel de la cara muy enrojecidos. Muchos de los presentes relataron un fuerte olor similar al que se produce tras barnizar el parqué y notaron algo raro en ojos, nariz y garganta. Finalmente se averiguó que el origen de todo eran las emisiones del formaldehído utilizado en los paneles de la exposición.

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Claudia Narocki – Revista Por Experiencia – ISTAS

Fuente

Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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