El próximo 14 de febrero, y a propuesta del Comité Central de Personal de Tierra de la Federación Europea de Trabajadores del Transporte (ETF), tendrá lugar en más de 30 aeropuertos europeos el segundo día de acción de la campaña conocida con el nombre “Aligere su equipaje” y cuyo objetivo es el de limitar el peso máximo de las maletas en el transporte aéreo a 23 kilos. Con esta campaña, además de intentar concienciar a los pasajeros sobre la conveniencia de volar con equipajes menos voluminosos y pesados, también se reivindica que las lesiones musculoesqueléticas de los trabajadores de asistencia en tierra sean consideradas como enfermedades laborales.

Y es que según datos extraídos del Observatorio Europeo de Riesgos de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo se concluye quelos trastornos musculoesqueléticos son la primera causa de absentismo laboral en los países de la Unión Europea, aproximadamente el 25% de los ocupados europeos sufren dolor de espalda, y el 23% declaran tener problemas musculares.

Concretamente en nuestro país y según datos del Ministerio de Trabajo, entre un 80% a un 90% de las nuevas enfermedades profesionales tienen que ver con trastornos musculoesqueléticos.

Por otro lado, la VI Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo también desprende una serie de conclusiones en relación a los trabajadores expuestos a la manipulación manual de cargas (a partir de ahoraMMC):

· La demanda física de manipular cargas tiene lugar en todos los sectores de actividad aunque predomina en el sector Agrario y Construcción (42,1% y 39,3%, respectivamente), seguido por el sector Industria (22,4%) y, finalmente, el sector Servicios (11,7%).

· En cuanto a la distribución según el sexo, el porcentaje de hombres expuestos a tareas de MMC es mucho mayor que el de mujeres expuestas (24% y 11%, respectivamente).

· Por otro lado, los trabajadores temporales presentan mayor exposición a este tipo de demanda física que los trabajadores indefinidos, reflejándose así las peores condiciones laborales que suelen acompañara los contratos temporales.

· Por último, la distribución por tamaño de plantilla de la empresa refleja una menor demanda física de MMC en las empresas grandes con 500 ó más trabajadores.

Este resultado se debe, en parte, a que las grandes empresas disponen de mayores recursos para optimizar la producción mediante procesos de mecanización y automatización.

Sin embargo, por desgracia, y a tenor de estos resultados, cuando uno pregunta a un trabajador o trabajadora si ha recibido algún tipo de formación en relación a la MMC, la mayoría de ellos se limitan a contestar que se les ha impartido una charla de poco más de una hora, en la que únicamente se han limitado a darle la definición de “MMC”, a señalar cuales son los principales factores de riesgo; que el peso máximo de una carga en condiciones ideales es de 25 Kg, y de 15 Kg para mujeres, trabajadores jóvenes o mayores, y por último se les informa de las medidas preventivas que se pueden llevar a cabo, como son: Evitar la MMC, (como si eso fuera tan sencillo), reducir o rediseñar la carga, mejorar el entorno de trabajo…, y otra serie de medidas, que en la mayoría de los casos, en la practica ni se pueden llevar a cabo, o lo que es peor aún, no existe ningún interés por parte de la empresa de llevarlas al efecto.

Con esta “charla formativa” la empresa se siente satisfecha porque consideran que sus trabajadores ya han adquirido los suficientes conocimientos como para no sufrir trastornos relacionados con la MMC, y así luego poder justificar que por lo tanto la dolencia que pueda tener ese trabajador o trabajadora no tiene ningún tipo de relación con el trabajo y que le ha surgido en un ámbito extralaboral.

Sin embargo, la realidad es muy distinta, ya que cuando un trabajador lleva manipulando una carga de una determinada manera a lo largo de toda su vida laboral, una simple charla no va a producir ningún cambio en su hábitos posturales, y por lo tanto el dolor de espalda, las lesiones dorsolumbares (hernias, por ejemplo), pinzamientos, etc, terminarán apareciendo.

Y es que la prevención de los trastornos musculoesqueléticos va muchomás allá de una simple jornada informativa, ya que las medidas preventivas tienen que ir encaminadas a que la MMC se integre de una manera efectiva desde el primer día en que una persona se incorpora a su puesto de trabajo, con el fin de evitar malos hábitos posturales que a la larga puedan provocar problemas a nivel musculoesquelético:

Es importante que el trabajador aprenda a identificar los riesgos musculoesqueléticos derivados del trabajo y que se le dote de herramientas funcionales que le proporcionen una prevención real y no sólo teórica, como son la práctica de ejercicios de calentamiento y estiramiento antes y después de la jornada laboral, la realización de micro pausas, o los ejercicios de relajación de la musculatura más tensionada.

Analizar de manera concienzuda los malos hábitos posturales que en general se producen en la plantilla.

Practicar periódicamente los movimientos recomendados para no sobrecargar el sistema musculoesquelético, así como el entrenamiento en técnicas seguras para la manipulación de cargas.

Actuación sobre la organización del trabajo (rotación de tareas, realización de pausas o periodos de recuperación…).

Dotar a los trabajadores de ayudas mecánicas: Paletización,grúas, carretillas elevadoras, cintas transportadoras, etc.

En definitiva, se trata de que los trabajadores conciban todas aquellas acciones enfocadas a mejorar sus condiciones de trabajo como un hábito y no como una imposición de obligado cumplimiento.

0 0 votos
Valoración

Secretaría de Salud Laboral de Castilla y León – Boletín BOICCOOT nº 64

Fuente

Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

Suscribirme
Notificar de
guest
:arrow: 
:D 
:? 
8-) 
:cry: 
:shock: 
:evil: 
:!: 
:geek: 
:idea: 
:lol: 
:x 
:mrgreen: 
:| 
:?: 
:P 
:oops: 
:roll: 
:( 
:) 
:o 
:twisted: 
:ugeek: 
;) 
 
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios