Seguramente cuando pasen unos años, la lectura de algunas de nuestras controversias y debates actuales sobre la formación de los prevencionistas será de difícil comprensión para técnicos poco estudiosos de la historia. Y es que al actual cúmulo de denominaciones, ya de por sí complejo: cursos de nivel básico, técnicos superiores en prevención de riesgos profesionales que desarrollan tareas intermedias de prevención de riesgos laborales, cursos de nivel superior para prevencionistas en centros no universitarios, estudios de postgrado en Universidades… habrá que añadir pronto la de los Másteres universitarios “oficiales”.
Y esto es así porque, como ya seguramente todos ustedes saben, el actual proceso de convergencia en los estudios universitarios europeos va a desembocar en el año 2010 en un Espacio único de Educación Superior que compartiremos un buen número de países del conglomerado geográfico europeo y no sólo de la Unión. Además de los actuales socios de la Unión Europea, se han sumado ya al proceso Croacia, Turquía, Albania, Andorra, Bosnia-Herzegovina, Macedonia, Serbia, Montenegro, Ciudad del Vaticano, Rusia, Armenia, Azerbayán, Georgia, Moldavia, Ucrania…
Es decir la Europa “ampliada” converge en el ámbito de la Educación Superior sobre la base de seis grandes líneas de acción:
1. Adopción de un sistema de titulaciones fácilmente comparables.
2. Adopción de un sistema estructurado en torno al Grado y el Postgrado. El primero de ellos supondrá ya una cualificación profesional reconocida en el mercado laboral. El segundo conducirá a las titulaciones de Máster y/o Doctor.
3. Establecimiento de un sistema de créditos europeos que permita el reconocimiento de estudios realizados fuera del país de origen y que recoja no sólo enseñanzas propiamente académicas sino también experiencias en otros contextos.
4. Promoción de la movilidad de estudiantes, investigadores, profesores y personal administrativo de las instituciones de enseñanza superior.
5. Promoción de la cooperación europea en materia de evaluación de la calidad, desarrollando criterios y metodologías que permitan la comparación.
6. Promoción de la dimensión europea en la educación superior mediante desarrollos curriculares, cooperación interinstitucional, programas integrados de formación e investigación, etcétera.
Para reforzar y orientar el proceso se han celebrado ya numerosos encuentros de alto nivel. Así las Conferencias Ministeriales de Praga (2001), Berlín (2003) y Bergen (2005), la Cumbre de Lisboa (2000) y los Consejos Europeos de Estocolmo (2001) y Barcelona (2002).
Por supuesto todo este proceso contiene multitud de cambios sustanciales en todos los ámbitos de la formación superior pero aquí sólo nos vamos a referir a la reestructuración de los ciclos universitarios. Las denominaciones de Diplomado y Licenciado pasan a la historia y son sustituidas por el Grado y el Máster. Los estudios de Grado consisten en un primer ciclo que “comprenderá enseñanzas básicas y de formación general, junto a otras orientadas a la preparación para el ejercicio de actividades de carácter profesional” (RD 55/2005 de 21 de enero, art. 7).
El Postgrado se estructura en dos ciclos más. El segundo ciclo estará dedicado “a la formación avanzada, de carácter especializada o multidisciplinar, dirigida a la especialización académica o profesional o bien a promover la iniciación en tareas investigadoras. La superación del ciclo dará derecho a la obtención del título de Máster” (RD 55/2005, art. 8).
El tercer ciclo de los estudios universitarios, por su parte, “tendrá como finalidad la formación avanzada del estudiante en las técnicas de investigación, podrá incluir cursos, seminarios u otras actividades dirigidas a la formación investigadora e incluirá la elaboración y presentación de la correspondiente tesis doctoral, consistente en un trabajo original de investigación” (RD 55/2005, art. 8).
Dicho en pocas palabras, pasamos de la actual estructura de diplomado-licenciado-doctor a la de grado-máster-doctor. Esto es, el máster deja de ser una formación complementaria ofrecida por multitud de instituciones a ser considerado el segundo ciclo oficial de los estudios universitarios. En España, el Ministerio de Educación ya ha fijado su duración (de 60 a 120 créditos europeos a desarrollar en uno o dos años), más adelante fijará precios oficiales (parece que oscilarán entre 800 y 1.400 euros anuales) y desarrollará un programa de becas. El Ministerio, sin embargo, no impone directrices generales propias sobre los contenidos formativos (lo hará sólo en “casos excepcionales” según el RD 56/2005), dejando a las propias Universidades el establecimiento de los nuevos planes de estudio en este ciclo así como la organización de los programas.
El problema ahora es que durante algún tiempo coexistirán los actuales Másteres (considerados de ampliación de estudios, de formación continuada, de extensión universitaria, de “estudios propios” de la Universidad…) con los Másteres “oficiales” (considerados a todos los efectos el segundo ciclo de los estudios universitarios en sustitución de los estudios de licenciatura). Esta situación desaparecerá pronto -ya hemos dicho que como tope máximo en 2010- pero lo cierto es que a partir del curso que viene los estudiantes tendrán que tener muy claro en qué estudios se matriculan en función de sus intereses personales y profesionales porque habrá programas de los dos tipos.
¿Y cómo quedan los cursos en prevención de riesgos laborales de nivel superior? Pues de momento así:
– Cursos en las más diversas entidades, academias y centros reconocidos por la autoridad laboral de las diferentes Comunidades Autónomas y que habilitan para ejercer la profesión pero sin efecto académico alguno.
– Cursos y másteres de “estudios propios” de las Universidades que habilitan para ejercer la profesión de prevencionista en el caso de que estén reconocidos por la autoridad laboral y que suponen una cualificación académica de nivel universitario “no oficial”.
– “Máster oficial” de estudios universitarios que habilita para ejercer la profesión en el caso de que esté reconocido por la autoridad laboral y además confiere todos los derechos que otorgan las disposiciones vigentes a efectos académicos.
Suponemos que, en pura lógica, la mayoría de Universidades irán progresivamente transformando sus actuales cursos en másteres oficiales pero de momento sólo tenemos constancia de la inminencia de estos cambios en dos casos. En el Congreso Internacional de Prevención de Riesgos Laborales ORP-2006 celebrado días atrás en Sevilla, el profesor Sebastián Rojas Rodríguez anunció la impartición de un posgrado oficial en “Salud y Seguridad Laboral” en las Universidades de Extremadura y Castilla-La Mancha a partir del próximo curso. Al parecer, el posgrado tendrá diversos itinerarios curriculares que permitirán profundizar al alumno en una o varias de las tres especialidades propuestas: Seguridad, Higiene y Ergonomía-Psicosociología y será posible, de momento sólo en Extremadura, obtener las tres acreditaciones a través de un único programa de 120 créditos (dos años).
¿Se trata del “principio del fin” de la situación transitoria también en el nivel superior de cualificación de los prevencionistas? Es muy posible pero de momento sólo podemos informarles y advertirles. Ya saben, “ojo al máster”.
David Cobos Sánchiz – Técnico Superior de Prevención de Riesgos Laborales
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