Esta conferencia clarifica como el cuidado de la salud y el ambiente social están fuertemente relacionados. El dolor de espalda, como muchos otros síntomas que dañan la salud y calidad de vida, no puede aislarse y dirigir su solución solamente a través de la intervención médica.
Aunque esta conferencia va enfocada hacia el cuidado de la salud, el dolor de espalda afecta a la mayoría de los sectores de la sociedad, no solo al laboral. El dolor de espalda se convierte entonces en un problema de índole mayor. Por poner un ejemplo, si hablamos en términos económicos, aproximadamente entre un millón y un millón y medio de los certificados de enfermedad en Suecia pueden atribuirse al dolor de espalda. El coste directo de estos certificados para el sistema de salud público ronda los mil millones de coronas suecas (SEK). Si a esto se añaden los costes de estancia en centros médicos, alimentación, cuidados, rehabilitación, y jubilación anticipada, el impacto económico se incrementa enormemente. Se han estimado estos costes anuales en 24.000 millones de coronas suecas (SEK).
El dolor de espalda puede describirse desde una perspectiva social: para el individuo significa dolor, sufrimiento, carga en el trabajo y en la vida diaria. Para la sociedad significa que todos debemos afrontar las consecuencias económicas, pero también que debemos encontrar una respuesta a esta pregunta tan importante ¿hasta qué punto y a través de qué medidas puede mitigarse y prevenirse, si es posible, este problema?
El dolor de espalda nos va a afectar a la mayoría en algún momento de nuestra vida. Algunos relacionan las causas que provocan esta afección con lesiones bastante simples y directas que tienen lugar en el trabajo o en cualquier otro sitio. Otros lo involucran a causas más complicadas que pueden estar relacionadas directamente con una enfermedad particular como el reuma o el cáncer. Sin embargo la mayor parte de sus causas reales siguen siendo un misterio.
Un punto de vista importante en el origen real del problema puede encontrarse en el hecho de que nosotros, los humanos, caminamos erguidos sobre dos piernas. Por consiguiente, cuando nosotros nos sentamos, nos tumbamos e incluso cuando caminamos, ejercitamos nuestros músculos de la espalda pobre e incorrectamente. Por todo esto, nuestro esqueleto debe llevar demasiadas “cargas en la vida”, tanto físicas como mentales.
Algunos expertos en ergonomía recomiendan que realicemos un 80% de nuestro trabajo diario de pie y el 20% sentado. La mayoría de nosotros se sienta mientras trabaja. Muchos de nosotros también tenemos modelos de movimiento que se repiten muy a menudo. Por todo esto, el levantamiento de objetos pesados y el trabajo físico activo no siempre implica necesariamente dolor de espalda y lesiones profesionales. Una conclusión a la que se llega sería que es equivocado obligar a los seres humanos a realizar su trabajo como si de máquinas se tratara, y a hacerlo particularmente repetitivo. Más bien, el trabajo debería adaptarse a las condiciones biológicas y fisiológicas de cada persona; de lo contrario, las personas padecerán lesiones que exigirán mayores esfuerzos económicos para la sociedad en general que lo que realmente hubiera supuesto prevenir el problema.
La mayoría de la opinión sueca, asocia casi siempre el dolor de espalda con el ambiente de trabajo, quizás principalmente porque el problema está claramente reflejado por el aumento de visitas a los centros de salud. Por este motivo, el número de personas que se jubilan anticipadamente se ha visto incrementada, como también aumentó el pago por las compensaciones de las lesiones por parte de las entidades aseguradoras. El movimiento repetitivo, el levantamiento de objetos pesados y el trabajo activo son factores de riesgo relacionados con el dolor de espalda.
Sin embargo, existen otras muchas causas que contribuyen a su aparición y que no se previenen correctamente al no considerarse factores de riesgo. Estas pueden ser de naturaleza social o psicosocial y suelen tener su origen en el trabajo y en su ambiente. No obstante, el dolor aparece normalmente sin reparar en el ambiente de trabajo como causa principal. Varios estudios indican que el problema es común en la mayoría de las profesiones, y dan como resultado que las actividades de tiempo libre afectan con la misma frecuencia a la espalda que las del trabajo.
El problema ha aumentado hasta ahora como reflejan las estadísticas, y este aumento ha sido particularmente significativo durante los años ochenta. Este incremento, sin embargo, no implica directamente que se estén empeorando los ambientes de trabajo.Un país, como es en este caso Suecia, lejos de alcanzar un seguro social comprensivo, probablemente registre más casos de este problema que otros países.
Un problema completamente diferente, planteado como debate público así como en varios estudios científicos es: ¿está el sistema de seguros diseñado en cierto modo para proporcionar una rehabilitación del problema eficaz? Es una pregunta importante que debe estar sujeta a un análisis específico. Recientes investigaciones sugieren que es crucial comenzar la rehabilitación rápidamente si realmente queremos resolver este problema. Estos estudios también indican que los retrasos, por muy cortos que sean, pueden producir una afección crónica en los pacientes. Aquí, no sólo es el propio dolor el que tiene un impacto directo sobre el individuo, varios estudios demostraron que un proceso de rehabilitación no realizado a tiempo también afecta de manera psicológica y social a las personas. Estos factores afectan al individuo aumentando el padecimiento del problema y retrasando su recuperación.
La comisión fijada para estudiar la rehabilitación también ha notado este hecho, y propone que ésta comience en los lugares de trabajo. Los empresarios, sindicatos, inspectores de seguridad, y los servicios de prevención tienen una gran responsabilidad y una tarea importante en este sentido. Nos falta todavía el conocimiento suficiente con respecto a la prevención primaria y secundaria, y no hay una sola solución para resolver este dilema.
Se necesita más investigación para informar sobre las causas subyacentes que provocan el dolor de espalda, definir bien los grupos de riesgo y evaluar correctamente los resultados de experiencias realizadas en este sentido. Esto no sólo involucra a la investigación médica, sino que también la investigación de la conducta del individuo, ergonómica, y psicológica tienen cabida en este estudio.
La mayoría de las investigaciones acerca de la importancia del ambiente de trabajo como un factor de riesgo se ha dirigido hacia los aspectos físicos y técnicos, sin embargo, recientes investigaciones indican que la organización del trabajo influye más de cara a provocar dolencias físicas de lo que se había supuesto en un principio. La distribución en planta, las relaciones jerárquicas y entre compañeros, etc… son ejemplos de factores a los que debemos prestar más atención debido a su importancia para la salud. Por otro lado son los propios individuos los que también deben asumir una responsabilidad por su propia salud y deben conocer cómo interpretar los síntomas a tiempo antes de que su situación se empeore. Los empresarios, en cooperación con las mutuas y otras entidades, deben colaborar y mejorar el ambiente de trabajo. A su vez, la sociedad debe crear incentivos más fuertes para promover la prevención.
El registro anual de visitas a centros de salud motivados por dolor de espalda asciende aproximadamente a 30 millones de días de baja por enfermedad en Suecia, por lo que deberíamos plantearnos las siguientes preguntas ¿Cómo puede tratarse eficazmente el dolor de espalda?, ¿Qué métodos se pueden adoptar para curar, o por lo menos reducir el dolor de espalda?, ¿Qué diagnósticos y terapias pueden rechazarse como ineficaces e innecesarias?, ¿Cómo podemos enfocar los esfuerzos económicos para reducir eficazmente la incidencia del dolor de espalda?. De entre los más de 40 métodos diferentes existentes para tratar el dolor de espalda, se dice que todos son aceptados en la práctica del cuidado de la salud en Suecia. Claro que debemos estar contentos con esta variedad, pero también precisamos que todos estos métodos realmente ayuden a su curación. El número existente de estos métodos de tratamiento nos indica que sabemos muy poco sobre este tema.
La valoración es un área retrasada en este campo, ésta es una tarea sumamente importante desde que los métodos del tratamiento de medicina alternativa así como los de salud pública, se ha demostrado que más que mejorar la condición del paciente, la empeoran.
SBU ha inspeccionado la base científica para los diferentes métodos de tratamiento. Es evidente que de este estudio sobre los métodos actuales falta la evidencia científica, o incluso se ha demostrado que son ineficaces. Un objetivo importante de nuestras discusiones debe ser identificar y rechazar aquellas prácticas que no estén documentadas o sean potencialmente dañinas; y para promover prácticas de cuidado que mejoren la situación del paciente. La eficacia en el cuidado de salud depende claramente de que los métodos empleados sean útiles, traduciéndose en que deberán proporcionan curación o por lo menos el alivio del dolor.
Por consiguiente, SBU se ha propuesto la tarea de comenzar una investigación para evaluar los resultados de los diferentes tratamientos. Un proyecto como este requiere una base de información científica importante donde no sólo los problemas médicos, sino también los aspectos sociales y económicos tienen cabida.SBU ha empezado a generar estudios científicos relativos a varios problemas en el cuidado de salud. Estas fuentes de información son valiosas para el debate público, solidificar los esfuerzos de mejora por parte de todos los agentes implicados y provocar un examen de conciencia en los servicios de salud en Suecia.
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Kjell-Olof Feldt, Minister of Finance (1989). SBU The Swedish Council on Technology Assessment in Health care.
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