Tipos de acoso moral

Para hablar de las fases por las que pasa todo proceso de mobbing, nos vamos a centrar en la distinción que el pionero en la materia, Heinz Leymann, hizo en su día.

Atendiendo a la evolución de dicho proceso bajo una perspectiva organizacional, Leymann destacaba cuatro fases, que son:

1. La aparición de algún incidente crítico. Surge el conflicto entre las partes ya sea por problemas debidos a la organización del trabajo o a problemas de las relaciones interpersonales. Si dicho conflicto no se resuelve, puede ocasionar un grave problema, desencadenado en la segunda fase del proceso.

2. La persecución sistemática. Se llega a la estigmatización del conflicto. Esto es, el conflicto puede desencadenarse entre varias personas contra uno. La víctima se convierte en una amenaza para los hostigadores grupales. Evitar la realidad o negarla hace que el proceso se prolongue en el tiempo.

3. La intervención de los superiores. La jerarquía empresarial adopta medidas para paliar positivamente para ellos el conflicto, contribuyendo a un mayor sufrimiento para el afectado. De adoptarse medidas, tales como, el despido o la baja por invalidez permanente o jubilación anticipada, entraríamos en la última fase: la exclusión de la vida laboral.

4. El abandono del trabajo. Se suceden largas temporadas de baja o se excluye definitivamente al trabajador del mundo laboral, contribuyendo a las cargas económicas y sociales del Estado. La persona subsiste con diversas patologías físicas, psíquicas y sociales que para el afectado tiene este fenómeno.

Con relación a las fases anteriormente señaladas, resulta interesante hacer mención de las aportaciones que el Sr. D. Miguel Barón Duque (Psicólogo, Invetigador y Profesor en Psicología del Trabajo en la Universidad de Sevilla), refleja en su estudio titulado La Espiral del Mobbing (2001).

El profesor Barón Duque, basándose en estudios previos de Leymann y centrándose en la persona del afectado y en su gran impotencia, destaca tres importantes periodos vivenciados y, que son:

1. Inicio del acoso psicológico.– El acosado se siente desorientado ante las presiones de su hostigador. Comienza a sufrir insomnio, derivado de las grandes preocupaciones de su situación. Cae en la ansiedad y en alteraciones alimenticias. Una vez que la víctima ha reconocido a su agresor, se dirige a él con la intención de para paliar el ataque, negociando abiertamente la solución con su acosador. Como última alternativa y de atreverse, sabe que puede denunciar el problema ante la Inspección de Trabajo, la Fiscalía o los Tribunales de Justicia.

2. Se abre el conflicto.– Se acrecienta el hostigamiento. La víctima busca apoyo, pero evita la popularización del asunto porque le sería perjudicial. La respuesta que recibe es de rechazo y marginación, lo cual hace florecer brotes depresivos en su personalidad. Disminuyen sus fuerzas ante el acoso tan persistente y la falta de medios para afrontarlo, así como aflora el desinterés por su trabajo y percibe su deteriorado estado de salud y también el deterioro del plano social. Es el momento de pedir ayuda especializada de forma urgente, pues, de no recibirla se producirá el progresivo deterioro físico, psíquico y social que produce la espiral del mobbing en la que se halla inmerso.

3. La huída.– La presión y el deteriorado estado de salud del acosado, pueden llegar a hacer insostenible su presencia en el entorno laboral. La idea de volver tras el periodo de baja resulta temible. En muchos casos, según la edad e historial laboral del afectado, se opta por la prejubilación del mundo laboral.

A juicio del Dr. Barón, el acoso moral conlleva a:

• Una pérdida de la persona para el mundo laboral.

• Un daño difícil de reparar en el estado de salud de la víctima.

• Un probable deterioro de sus relaciones personales y familiares.

• Un inmenso costo de asistencia sanitaria y de pensiones asociadas.

Tipos de acoso moral

Los expertos y especialistas en psicología del trabajo han distinguido entre dos clases o formas de producirse o desencadenarse el acoso moral en el ambiente de trabajo.

De un lado, tenemos el acoso moral vertical, entendido como la presión psicológica que ejerce uno o varios sobre otro para influir en él dentro de una escala jerárquica de roles en el trabajo. Dentro de este acoso vertical, existen dos vertientes o modalidades, que son:

a).- El acoso moral ascendente en el que una persona que ostenta un rango jerárquico superior en la organización se ve agredida por uno o varios subordinados. Generalmente se produce cuando se incorpora a la empresa una persona del exterior con un rango jerárquico superior y sus métodos no son aceptados por los trabajadores que se encuentran bajo su dirección, o porque ese puesto es ansiado por alguno de ellos. También puede darse cuando un trabajador/a que es ascendido a un puesto de responsabilidad en virtud del cual se le otorga la capacidad de organizar y dirigir a sus antiguos compañeros.

b).- El acoso moral descendiente. Se trata un comportamiento en el que la persona que ostenta el poder a través de desprecios, falsas acusaciones, eincluso insultos, pretende minar el ámbito psicológico del trabajador acosado para destacar frente a sus subordinados, para mantener su posición jerárquica o, simplemente, se trata de una estrategia empresarial cuyo objetivo es deshacerse forzando el abandono “voluntario” de una persona determinada sin proceder a su despido legal, ya que éste sin motivo acarrearía un coste económico para la empresa.

Y, de otro, se encuentra el acoso moral horizontal, conocido como la presión moral que ejercen uno o varios sobre otro siendo compañeros de trabajo o, lo que es lo mismo, este fenómeno se da entre los propios compañeros en igualdad de status, pues son acosados por sus mismos compañeros de trabajo y no sólo por sus jefes.

Muchas víctimas del mobbing son directivos o mandos intermedios que, debido a celos profesionales o envidia de otros compañeros o incluso subordinados, son hostigados por éstos, a veces con el tácito consentimiento de la Dirección de la empresa, que «mira hacia otro lado».

El ambiente de trabajo

El escenario en que se desarrolla el mobbing suele caracterizarse por una mala o nula organización del trabajo y por la inexistencia de métodos eficaces en la resolución de conflictos. Es esta pésima organización del trabajo la base donde se sustenta el acoso laboral y afecta a toda ella en su conjunto.

Por lo general, ninguna organización empresarial va a aceptar este hecho, de ahí que nieguen la existencia del problema y busquen desesperadamente un blanco perfecto: la víctima del psicoterror en quién descargará todo mal que sobrevenga a la empresa.

El entorno de la víctima suele hacer la vista gorda ante las embestidas del agresor, negando su existencia y negando también, encubiertamente, la ayuda a la víctima, lo cual hace que ésta se sienta aún más aislada e incomprendida. Los compañeros de trabajo, en ocasiones, piensan que mientras acosan a otros él o el resto del grupo tiene menos posibilidades de sufrir acoso.

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Marian

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Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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