Turbosiestas, para mejorar la productividad
Los tiempos modernos parecían haber acabado con la buena siesta de toda la vida. El yoga ibérico, como lo llamaba Camilo José Cela, desaparece poco a poco de nuestra vida diaria, aplastado por el peso de los horarios continuos, la falta de lugares adecuados y, sobre todo, por la mala imagen que da dormir o dormirse en el lugar de trabajo.