De entrada y dada la libertad del mercado de trabajo y la polivalencia funcional, nada impediría a un Técnico de Prevención de Riesgos Laborales el ejercicio simultáneo con las profesiones de Jefe o Director de Seguridad, con ciertas singularidades.
El Técnico de Prevención de Riesgos Laborales podrá integrarse al servicio de una empresa de seguridad, para realizar sus funciones propias al servicio de ésta. Se entiende que como trabajador designado y, con mucha probabilidad, compatibilizando sus misiones con las propias del título de grado superior o medio universitario que ostente.
Como en casi cualquier aspecto profesional, se dan “zonas grises” donde el Técnico en Prevención de Riesgos Laborales puede (y debe) tener un papel importante sobre este singular personal, que se encuentra con una regulación administrativa más rígida y potente que casi cualquier otro colectivo.
No debemos olvidar, en primera instancia, que las facultades de estos profesionales tienen una relación con la Seguridad de un origen divergente, y prueba de ello son las diferentes Autoridades implicadas.
En no pocos casos existen profesionales que desarrollan labores relacionadas con unas fronteras difusas. En este supuesto concreto analizaremos las que inciden en el personal de Seguridad Privada, sector al que le es de plena aplicación la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y las consiguientes normas de desarrollo, entre el Jefe o Director de Seguridad y el Técnico en Prevención de Riesgos Laborales.
