Un trabajador falleció y otros tres resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, en un accidente laboral ocurrido a primeras horas de la tarde de ayer en una planta de elaboración de biodiésel a partir de aceites usados, ubicada en la localidad alavesa de Berantevilla.
El accidente tuvo lugar a las 11.55 horas cuando los trabajadores sufrieron asfixia tras inhalar gases tóxicos o de materias orgánicas en descomposición, según un informe de Osalan (Instituto vasco de Seguridad y Salud Laboral), y cayeron al interior de un depósito de líquidos residuales. Al parecer, según adelantaron fuentes sindicales, los trabajadores, de una subcontrata, se encontraban realizando labores de ampliación de las instalaciones, colocando una nueva depuradora. En un momento del trabajo, uno de ellos, el identificado con las inicialesx R.R., inhaló gases provenientes de un tanque que almacena líquidos residuales, se mareó y se precipitó al interior del recipiente, donde murió.
Los otros tres empleados fueron en su ayuda y les ocurrió lo mismo, aunque los bomberos lograron rescatarlos con vida.
Los tres trabajadores que resultaron heridos se encuentran ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos de los hospitales Txagorritxu y Santiago de Vitoria, dos de ellos en estado grave y un tercero con pronóstico reservado. Los heridos son P.M.G. y A.G.Z. y A.G.R.
Sobre la causa del accidente, el avance del informe de Osalan apunta a que los cuatro trabajadores inhalaron gases tóxicos o de materias orgánicas en descomposición y sufrieron asfixia. Además, “no consta que los accidentados dispusieran de protección individual respiratoria”.
La empresa a la que se trasladó un técnico del Instituto Vasco para la Seguridad y Salud Laboral (OSALAN) del Gobierno Vasco, se dedica a la producción de éster metílico (biodiésel), un combustible biodegradable que carece de azufre y cloro, a diferencia de los derivados del petróleo, y que se consigue a partir de aceites vegetales usados. La planta está participada por los departamentos de Industria y Agricultura del Gobierno Vasco, en una cuarta parte del capital, y el resto por dos empresas recogedoras de aceites y empresarios del sector.
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