La llamada Síndrome del Latigazo Cervical (SLC) o whiplash comporta unos costes anuales en toda la Unión Europea (UE) de 9.700 millones de euros a causa de las bajas laborales de los afectados y las indemnizaciones de las aseguradoras. Esto está provocando que las aseguradoras impulsen estudios y tests para disminuir estas cifras.
Estas cifras se dieron a conocer hoy durante la presentación de una jornada sobre el estudio del SLC en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona (ETSEIB) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). La jornada reunió a expertos en el tema como médicos, ingenieros y fabricantes de automóviles.
El whiplash es el síndrome producido por las lesiones en el cuello que causan un accidente de coche con impacto posterior a baja velocidad. Aunque no hay estudios fiables, se calcula que durante el año 2002 el Hospital Clínico de Barcelona atendió entre 1.000 y 1.500 casos de latigazo cervical, y durante el año 2001 hubo casi 30.000 víctimas de accidente por impacto posterior en toda España.
Entre el 20 y el 50 por ciento de los accidentes causan latigazo cervical, pero sólo se consideran aquellos que se han producido a una velocidad inferior a 30 kilómetros por hora, ya que a velocidades superiores las lesiones pueden ser más graves y causar la muerte.
Durante los últimos años están aumentando los casos por la mayor movilidad de la población y el aumento de la urbanización, y el SLC se empieza a considerar una epidemia.
El director técnico de la jornada, Mario Hurtado, dijo que la importancia de estas conferencias radica en “la unión de médicos y técnicos para solucionar este problema”. Por su parte, el coordinador de urgencias de Traumatología del Hospital Clínico, Salvi Prat, explicó que aún no se saben las causas claras de esta patología, y tampoco se puede saber quien se curará totalmente y quién no.
Según Prat, se barajan tres causas probables del SLC: distensión de ligamentos cervicales, alteración de las estructuras vasculares de la columna y cambios de presión en el líquido cefaloraquídeo. Prat detalló varios síntomas que pueden presentarse después de sufrir el whiplash. Casi nunca se detectan señales internas ni externas pero muchos de los enfermos sufren pérdidas de memoria, vértigo, dolores de cabeza, insomnio, mareo, vómitos y molestias en la nuca.
Normalmente, después de un tratamiento con antiinflamatorios y descanso y una posterior terapia de rehabilitación, los síntomas desaparecen en dos o tres meses en el 70 por ciento de los casos. Un diez por ciento de los pacientes sufren dolores crónicos.
Estudios técnicos y estadísticos han determinado que el whiplash tiene una incidencia más grande en jóvenes, aunque no se sabe por qué. También resultan más afectadas las personas que viajan en las plazas delanteras, las mujeres por su menor masa muscular en la zona cervical y las personas altas por la mayor longitud del cuello.
Posibles soluciones
Por su parte, Hurtado dijo que los estudios técnicos recomiendan que los apoyacabezas se utilicen correctamente, para evitar lesiones más graves. Hurtado explicó que los reposacabezas tienen que estar inclinados hacia adelante, cerca de la cabeza, y con el borde superior a la altura del límite superior del cráneo, además del asiento poco inclinado para acortar el movimiento de la cabeza en caso de impacto.
También explicó que los fabricantes de coches están estudiando dos posibilidades para minimizar las lesiones en caso de impacto posterior a baja velocidad. Por una parte se propone que los llamados apoyacabezas activos se muevan en caso de impacto. Otros estudiosos recomiendan que se mueva también el asiento.
De momento, los apoyacabezas activos, presentes en coches de las marcas Opel, Volvo, Saab, BMW y Mercedes, tienen un sistema mecánico, pirotécnico o magnético para acercarse a la cabeza del pasajero en caso de impacto.
La jornada “Whiplash, ingeniería y medicina en el estudio del Síndrome del Latigazo Cervical” está organizada por la Cátedra Agbar Automotive en Seguridad del Automóvil de la UPC y cuenta con la colaboración del Hospital Clínico de Barcelona y Autoliv, fabricante de componentes de automóvil.
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