Un trabajador afincado en Valladolid, natural de Tordesillas, perdió ayer la vida al precipitarse al vacío desde el tejado de una nave ubicada en el polígono industrial Nuestra Señora de los Ángeles de la capital palentina. Con este accidente son ya tres los trabajadores fallecidos en siniestros laborales ocurridos en sólo 24 horas, después de que dos personas perdieran la vida el pasado jueves en la bodega El Molar de Pesquera de Duero.
El accidente se produjo en torno a las 16.00 horas en una nave perteneciente a la empresa de transportes Pilar Santos, con sede en la calle Extremadura, donde declinaron explicar lo sucedido. A esa hora, el vallisoletano Ricardo Rivero Juez, de 37 años, se encontraba en la parte superior de la nave, junto a un compañero de trabajo y su hijo, cuando cayó al vacío por el interior del almacén al quebrarse por causas desconocidas el tejado de plástico sobre el que se encontraba trabajando.
Los efectivos sanitarios desplazados al lugar del siniestro no pudieron hacer nada para salvar la vida del obrero vallisoletano, que murió en el acto como consecuencia del fuerte impacto de la caída desde una altura aproximada de quince metros.
El cuerpo sin vida de Ricardo Rivero Juez fue trasladado en la misma tarde al tanatorio El Salvador de Valladolid después de que el titular del Juzgado de Instrucción 3 de Palencia, que investiga el siniestro, ordenara el levantamiento del cadáver.
En el mismo tanatorio se celebró por la tarde la ceremonia de despedida y el posterior entierro en el Parque El Salvador del cuerpo de Alberto Fernández de Velasco, de 27 años, que perdió la vida el jueves en Pesquera de Duero en la bodega El Molar, cuyo padre era uno de los propietarios.
Para esclarecer las causas del accidente mortal ocurrido en el interior de El Molar, el viceconsejero de Trabajo de la Junta, José Alberto Ambrós, dio orden a la Unidad de Salud Laboral y a la Inspección de Trabajo para que sus técnicos investigaran desde ayer mismo el lugar de los hechos.
Prevención de riesgos
Ambrós añadió que la investigación se extenderá a aspectos organizativos en materia de prevención de riesgos laborales y a comprobar si los dos fallecidos se encontraban, como así parece, en situación de legalidad, según informó Europa Press.
Desde el Consejo Regulador de la Ribera del Duero calificaron el accidente como fruto de la «desgracia» y aseguraron no tener «constancia de siniestros similares». Este último extremo fue confirmado por varios expertos en riesgos laborales, que indicaron que la mayoría de las bodegas cumplen los requisitos exigidos y añadieron que se trata de un «sector con escasos riesgos».
La muerte de los dos trabajadores en Pesquera de Duero se produjo, al parecer, al caerles encima varios toneles apilados y calzados con cuñas, una práctica legal habitual en las bodegas. Si bien desde empresas aseguradoras recomiendan el empleo de cunas para sujetar las barricas.
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