Una funcionaria de vigilancia en el departamento de visitas de la Unidad de Cumplimiento de la cárcel de Picassent (Valencia) se pinchó ayer con la aguja de un aparato de tatuar que un familiar de un recluso llevaba en una bolsa que quería introducir en el recinto.
La funcionaria, según informó hoy CCOO en un comunicado, tuvo el accidente cuando registraba el contenido de una bolsa en la que estaba el aparato que, por su repercusión como vehículo de contagio entre sus usuarios, está prohibido y es motivo de sanción.
La mujer fue atendida en primer instancia por los servicios sanitarios del establecimiento que le desinfectaron la herida. Posteriormente, los directivos del centro, según el sindicato, “se limitaron a recomendar su visita al hospital”.
Para el sindicato, la actuación de la dirección es “muy grave, por negligente” y subrayó que es la responsable de la salud de los trabajadores y, por tanto, “de no tomar todas las precauciones necesarias para evitar los riesgos en lo posible”. “Es imprescindible que se actúe inmediatamente y de forma eficaz para prevenir el contagio de cualquier enfermedad”, indicó el sindicato.
Según CCOO, para realizar los cacheos no cuentan con los equipos de protección indivual que son necesarios mientras que el escáner es “rudimentario y obsoleto”. Asimismo, indicó que la dirección “escamotea el conocimiento de este tipo de accidentes a los representantes sindicales tratándolos de simple incidente en vez de accidente laboral”.
El sindicato afirmó que es necesario adoptar las medidas oportunas para evitar que las familias “que actúan así lo hagan impunemente, ya sea introduciendo jeringuillas, pinchos, drogas e incluso armas de fuego, como en algún caso”. CCOO cree también necesario que exista un protocolo de actuación para estas situaciones ya que, según señaló, recientemente otro funcionario se pinchó con una jeringuilla ensangrentada.
“El que la dirección reparta jeringuillas a todo aquel interno que quiera drogarse por vía parenteral no sólo genera problemas de conciencia entre nosotros, también el riesgo claro de contagio de la multitud de enfermedades de la población reclusa”, indicó CCOO, quien señaló que es necesario que la dirección del centro “actúe y no se esconda entre la negligencia y la incompetencia”.
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