El fiscal pide un año y dos meses de cárcel para J.T.F., el jefe de comedor del restaurante de un balnerio de la provincia de Valencia acusado de practicar moobing en 2000 contra un camarero que estaba a sus órdenes. El joven, que según el relato del ministerio fiscal sufría “constantes” vejaciones y acosos verbales falleció el 16 de septiembre de 2000 en un accidente de tráfico después de que el acusado lo echara “a empujones” del establecimiento y le diera una bofetada delante de los clientes.
Por su parte, la acusación particular solicita dos años de cárcel para J.T.F, que carece de antecedentes penales, y una indemnización para los padres de la víctima. El titular del juzgado de instrucción número uno de Requena ha dictado un auto de apertura de juicio oral al considerar que hay “indicios suficientes de que el acusado, en su condición de encargado del comedor del balneario sometió de modo continuado e injustificado al joven a tratos vejatorios y denigrantes durante el tiempo en que éste prestó sus servicios a las órdenes del acusado y llegó a menoscabar de modo grave su autoestima”. Este juicio, que se celebrará en los juzgados de lo penal de Valencia, constituirá el primer caso de moobing que se juzga en España por la vía de lo penal.
Los hechos ocurrieron, según recoge el relato del ministerio público, en fecha no concretada pero comprendida entre el 8 de abril y el 16 de septiembre de 2000, cuando el acusado, que trabajaba como maître de cocina de un balneario de la provincia de Valencia, comenzó a “vejar y a acosar verbalmente a diario, de forma sucesiva, continua, habitual y repetida” a un joven que ejercía la categoría profesional de camarero y que por tanto estaba bajo sus órdenes profesionales “hasta llegar a afectar de forma grave su integridad moral, dado el trato degradante y continuo recibido por parte del acusado”.
De este trato, prosigue el fiscal, fueron testigos los compañeros de trabajo del joven que aseguraban que el acusado “lo perseguía contínuamente, estaba obsesionado y tenía fijación con él, sin motivo le echaba la broncas constantemente y le decía insultos como que era un desgraciado, un inútil, que no servía para nada y que más le valiera que se fuera a su casa”. Además, prosigue el relato, las vejaciones fueron a más por lo que algunos compañeros de trabajo pudieron escuchar como amenazaba al joven continuamente diciéndole que le esperaría con su coche en un cruce y cuando pasara lo atropellaría.
Asimismo, en dos ocasiones, según el relato fiscal, el acusado, en presencia de algunos compañeros de trabajo del joven, lo expulsó del comedor del balneario. Así, la primera vez, J.T.F. cogió al joven por la camisa y, con todos los clientes delante, le insultó en medio del comedor diciéndole “tu eres un hijo de puta, tenías que estar en el manicomio, que te aguante tu madre” y posteriormente le empujó, lo tiró del comedor y le cerró la puerta.
En una segunda ocasión, concretamente el 16 de septiembre de 2000, el acusado gritó al joven delante de los clientes, le echó del comedor a empujones, le dio un bofetón y le dijo que no quería verle más por allí. Seguidamente, el joven salió del balneario en su motocliceta y tuvo un accidente de tráfico al salirse de la vía como consecuencia del cual falleció.
El fiscal pide un año y dos meses de cárcel para el acusado por un delito contra la integridad moral y que indemnice a la familia de la víctima, mientras que la acusación particular solicita para J.T.F.
dos años de cárcel por el mismo delito así como que pague una indemnización a los familiares en concepto de responsabilidad civil.
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