La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de la provincia de Valencia (FAPA-València) reiteró hoy su petición de que se mantenga la prohibición de colocar antenas de telefonía móviles a menos de 100 metros de centros radio-sensibles, entre los que citó colegios y hospitales.
La presidenta de FAPA-València, Carmen Molina, pidió “prudencia” a la hora de instalar este tipo de antenas, ya que, según señaló, “todavía existe la duda de que las radiaciones de las antenas pueden ser perjudiciales para las personas” y, por ello, recalcó que esa prohibición “se debería mantener”.
El concejal de Grandes Proyectos y alcalde en funciones del Ayuntamiento de Valencia, Alfonso Grau, señaló el pasado viernes que “absolutamente todos” los estudios técnicos realizados hasta el momento señalan que no hay “ningún riesgo de ningún tipo” sobre la colocación de antenas de telefonía en la ciudad y agregó que el único efecto que tienen es “exclusivamente término y no hay nada más”.
Por su parte, Carmen Molina apuntó, a través de un comunicado, que tanto FAPA-València como la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia “están centrados en este tema desde hace varios meses” y, de hecho, destacó que ésta “no es la primera vez que desde cualquiera de estas dos asociaciones se realiza esta petición”.
Al respecto, los responsables de FAPA-València remitieron a la existencia de estudios que certifican que las antenas de telefonía móvil “pueden perjudicar la salud, de ahí el esfuerzo que se está realizando” para que en la ordenanza que el Ayuntamiento de Valencia tiene que aprobar “se mantenga la cláusula que impide colocarlas a menos de cien metros de centros radio-sensibles”.
Según Carmen Molina, “si nosotros tenemos unos estudios que demuestran que son perjudiciales, el Ayuntamiento también los tiene que tener”, al tiempo que pidió una solución para que este tipo de antenas se instalen lo más lejos posible de la población.
La presidenta de FAPA-València apuntó que en este tema, “como en otros vinculados con las nuevas tecnologías, debemos ser prudentes ya que hasta dentro de unos años puede que no sepamos cuáles son las consecuencias reales para la salud de estas antenas”.
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